Brigitte Bardot, un culo al que solo le faltó NO hablar
Suele decirse que Marilyn fue icónica porque murió joven. Lo mismo podría decirse de Jesús, aunque en realidad, en el caso de Jesús tendría más sentido. Si Cristo hubiera muerto, no en la cruz, sino a los noventaipico protegiendo animales como San Francisco de Asís y Brigitte Bardot, no habría cristianismo. La muerte de Bardot nos enfrenta a una verdad como un templo: Marilyn fue ícono por su deslumbrante belleza durante su juventud y después podía seguir viva, dedicarse a alguna causa noble-la reforestación del Amazonas-declarar cosas infames sobre su hijo siendo un tumor, sobre el mee too siendo un movimiento de calientapijas histéricas y daba todo lo mismo. La verdadera Brigitte que duelaron este domingo era la joven de esos rasgos simétricos y armónicos que solo según Roland Barthes son una construcción cultural y solo según Simone de Beuvoir tenía vista de espaldas un aspecto andrógino. No cabe hablar de la que la sucedió. Porque con su belleza muerta, aunque cometiera delitos-tuv...