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Mostrando entradas de agosto, 2023

Soy un pésimo científico: no tengo pruebas pero tampoco tengo dudas

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  ¿Cómo sería la nueva cortesía erótica? Durante siglos el machismo establecía que la mujer tenía que fingirse ajena al deseo y era el deseo masculino el que enarbolaba troncalmente la iniciativa. Al ser el varón, digamos, el "regalado" (solo en una época emponderada su ímpetu de "debido rompeconchas universal" obedeciendo al mandato heteropatriarcal puede ser reducido a poco interesante así), al tener que ni ponerse a reflexionar respecto de si realmente quiere cojer o si no sería más útil una instrospección buceando en su interioridad para comprender qué vacío interior lo mueve a querer tapar con el parche del garchoneo bla, bla...El chabón que en este contexto es una máquina de querer siempre siempre siempre ponerla, instituída esta tesitura, el varón es una máquina de postular que la que se finge gacela casta que huye es en el fondo y especialmente contra el fondo una putita sexópata insaciable capaz de revolcarse con el plantel entero de San Lorenzo, incluídos