Impresiones de un viaje relámpago a las serranías
M e habían dicho que no solo asista al casamiento de mi querido amigo en La Baguala, sino que me quede a recorrer un poquito sobre todo para respirar la atmósfera cálida de los lugareños. Los cordobeses son mucho más amables que los porteños. El resultado de este hecho es que yo pregunté por una calle con la brusquedad impertinente energuménica con la que lo preguntaría un porteño y me empezaron a escupir en la cara y a pegar: el hecho de que sean más amables supone reciprocidad. Aquí en Córdoba, antes de decirte la calle, te invitan a su casa a comer. En lo que no son muy amables es en dejarte pasar al baño de un restaurante a realizar aquello que se produce digestivamente si hemos tomado mucho café, el acto de feca, por así llamarle. La consumició en esta escatología no solo es obligatoria. Hay que comprar lo que sea antes, no es que te permiten pasar al baño bajo la promesa de comprar algo después. Ni amenazando con ensuciarles el local haciendote encima. Se te ríen de esa amen...