Que despidas de la mejor manera el año que se va y que disfrutes mucho el que entra
Antes de que termine el año, conviene recordar al Borges corrector. Hay un libro hermoso "Borges, profesor", pero quienes hemos tenido acceso a versiones pretéritas de poemas corregidos no podemos menos que maravillarnos por advertir un criterio puramente acústico, en el que es capaz de sacrificar toda una frase y nada menos que la final, por advertir que queda mejor así.
veamos las sucesivas versiones:
FINAL DE AÑO
Ni el pormenor simbólico
Ni esa metáfora baldía
Que convoca un lapso que muere y otro que surge
Ni el cumplimiento de un proceso astronómico
Aturden y socavan
La altiplanicie de esta noche
Y nos obligan a esperar
Las doce irreparables campanadas
La causa verdadera
Es la sospecha general y borrosa
Del enigma del Tiempo;
Es el asombro ante el milagro
De que a despecho de infinitos azares
De que a despecho de que somos
Las gotas del río de Heráclito
Perdure algo entre nosotros:
Inmóvil.
Algo que no encontró lo que buscaba.
(Fervor de Buenos Aires, 1923)
FINAL DE AÑO
Ni el pormenor simbólico
De reemplazar un tres por un dos
Ni esa metáfora baldía
Que convoca un año que agoniza y otro que surge
Ni el cumplimiento de un intrincado plazo astronómico
Socavan con cataclismos de badajos y gritos
La altiplanicie de la noche serena
Y nos obligan a esperar
Las doce oscuras campanadas
La causa verdadera
Es la sospecha universal y borrosa
Del enigma del Tiempo;
Es el asombro ante el milagro
De que a despecho de azares infinitos
Perdure algo en nosotros:
Inmóvil.
Algo que no encontró lo que buscaba.
(Obra Poética, de 1966)
FINAL DE AÑO
Ni el pormenor simbólico
De reemplazar un tres por un dos
Ni esa metáfora baldía
Que convoca un lapso que muere y otro que surge
Ni el cumplimiento de un proceso astronómico
Aturden y socavan
La altiplanicie de esta noche
Y nos obligan a esperar
Las doce irreparables campanadas
La causa verdadera
Es la sospecha general y borrosa
Del enigma del Tiempo;
Es el asombro ante el milagro
De que a despecho de infinitos azares
De que a despecho de que somos
Las gotas del río de Heráclito
Perdure algo entre nosotros:
Inmóvil.
(Obras Completas, 1974)
Que la frase final sea sacrificada no es corregir una palabra, es sacrificar todo el sentido al oído. Ese cercenamiento admirable de la oración "algo que no encontró lo que buscaba" quería ponderar hoy, que se cumple un nuevo aniversario de aquel fatídico día en que Borges visitó a Cutini y un tigre le cercenó su cabeza...
La madre italiana, la que te dice come o te mato, es la que te prepara para la vida. El jefe te dice: produci o te mato. No es como la madre judía, come o me muero, come o me mato. El jefe no te dice: trabaja con huelga a la japonesa o me hago el hara kiri
Que este 1985 arranque con todo, vi que tiene buenas críticas
Este año aprendí muchas cosas. Cai y me levanté. Se me cayó el celu por el agujero del ascensor y el portero lo levantó. Quizá lo más importante que aprendí haciendo un balance es que a todos ustedes les succiona un testículo y la mitad del otro el balance que yo haga...
Ratzinger y Edson harán Test de Nacimiento con sus de sesos me hicieron temer por partida doble por su doble partida que había muerto un argentino. Murió el mejor del fútbol, zaz, pensé: ha de tratarse del rosarino rey de la humildad y az perger sin mirar a quien y pasarla entre los holandeses... murió el Papá, zaz, pensé, Ber goglio e doppo morire
Odio a los del team guillotina, yo soy team inyección letal a muerte
El culto argentino al robo desafía las tradicionales teorías sociológicas que lo sindican a la necesidad, así como el uso argentino de malas palabras no se circunscribe a los sectores más carenciados y menos cultivados. Es por esto que Roberto Bobbio en su libro "Vivir es robar aire", asegura que una teoría superadora urge y que la lógica misma del comercio, del ahorro, de cobrarle con más margen de ganancia, de pagar de menos es el mismo espíritu adquisitivo que anima al robo. También la fantasia sexual es adquisitiva por más consensuada que se pretenda. La mayoría de los críticos insiste en que Roberto Bobbio debería ponerse a laburar porque con estas teorías está robando ...
Siempre se recuerda a Pelé por cómo jugaba al fútbol y rara vez como aforista. Recuerdo que en un reportaje le rompieron particularmente las pelotas diciendo que Maradona era mejor y contestó de manera brillante que era claro que él era el segundo mejor. Los primeros mejores fueron cambiando con los años, antes era primero Di Stefano, después Pelé, ahora es primero Maradona después Pelé, él está feliz de permanecer en el segundo lugar siempre viendo que se caen los muñecos a los que postulan como primeros...
Me dijeron que murió el mejor futbolista de la historia. No lo puedo creer. Justo cuando más lo queríamos y más feliz nos había hecho.
Estuve 45 minutos llamando al centro de atención al cliente y me pasaban de contestador automático a contestador automático. Por fin me atendió Adolf Hitler y le dije:- qué bueno que me atienda una voz humana
Los únicos argentinos perjudicados con la tercera
Los hombres siempre derechito a la sexualidad
De la Esfinge no sabemos si es o finge
Hoy este fin de año me encuentra trabajando para una multinacional muy humanitaria. Me acaban de preguntar si realmente hay que despedir el año o no podremos inducirlo a que renuncie cosa de no tener que pagarle la indemnización...
En Netflix puede verse "About time", que además de ser una deliciosa comedia romántica nos retrotrae a los grandes viajes en el tiempo. Nos remite a "La invención de Morel", a "El día de la marmota". Pero cada vez que hablamos de una ficción maravillosa, de un hombre que se convierte en un animal o de un viaje en el tiempo tenemos que ver si está puesto el acento en que Gregor Samsa es un escarabajo o en si va a llegar tarde al trabajo.
Frente al mito de Pandora, en el que la esperanza es presentada como un mal, Kazantzakis la considera un mal desde el budismo, el miedo y la esperanza nos atan a algo que no es el puro aquí y ahora. Robert Graves dice que si bien no es un mal, la esperanza nos salva del suicidio colectivo y es, en algún sentido, una ilusión, una expectativa irreal, una falsa esperanza. El más ingenioso mitógrafo, George Meatis dice que "elpis" debe ser traducido no como "esperanza", sino como "espera". ¿Qué es la espera? Saber lo que nos va a pasar, vivir una vida sin sorpresa, sin incertidumbre.
La incertidumbre vista como un bien sería un poco lo opuesto de esta apuesta a cierto estoicismo, a esta aceptación radical de lo que la vida nos tiene (para cogernos) deparado. En "Eterno resplandor de una mente sin recuerdos" siguiendo el determinismo freudiano vuelven a enamorarse quienes se habían borrado de su memoria. No importa cuñántas veces ensayemos corregir nuestras conductas de un mismo momento, hay rasgos invariables que solo van a repetirse. Borges en "Deutsches Requiem" da un consejo que usaba en su vida de aceptación de la ceguera, de aceptación de enfrentar al público de las conferencias: quien debe realizar algo que lo aterra o angustia, debe pensar mientras lo ejecuta que ya lo vivió y solo lo está recordando.
Para Séneca o Marco Aurelio es mejor vivir sin sorpresa. Conviene pensar en que amanecimos muertos. Hoy no vivimos. Después de pensar eso, el día que tenemos por delante es un regalo. Pero hay que vivirlo como si hubiéramos muerto. Con gran serenidad, sin ira. Nada es más nefasto que ceder a la rabia, la bronca nos hace perder todas las racionalidades. Recuerdo a unos cazadores chaqueños de monos, que hacían enojar a la mamá mona hasta que ella empezaba a tirar proyectiles y cuando se quedaba sin piedras ni palos arrojaba a su propia cría. Dale Carneguie recomienda también fingir indignación a los conferenciantes tímidos: nada desinhibe más.
En "Click" Adam Sandler tiene un control remoto y puede rebobinar su vida. Lo usa para tirarle un pedo en la cara a su jefe.
El problema de vivir cada día con la incertidumbre o vivirlo como rutina es una pregunta subjetiva, filosófica o de si vivimos en Argentina o en Japón.
Lo que ninguna de estas ficciones despliega es que construimos la historia desde el presente. Nos enamoramos de Juana y resemantizamos nuestra infancia, que nos conduce a Juana, si bien nos había conducido a Federica en la erección de la historización previa.
Amo estos experimentos con el tiempo y las reflexiones a las que invitan pero tomemos en cuenta que armamos cada narrativismo desde la actualidad, construimos sentido con lo dado y cada vez que decimos la frase "Dios da sus mejores botellas a sus mejores guerreras" o como se diga, reinventamos lo que fue una dura prueba y sufrimiento (por ejemplo mi matrimonio), olvidando la definición anterior que sostuvo y validó ese error en el que no volveremos a caer.
Un poco como el casette del futbolista que declara "me tocó hacer el gol, pero importante es el equipo", "ahora a descansar, no pienso en si es bueno que enfrentemos a Croacia en lugar de a Brasil" y después muestran la intimidad del festejo en el vestuario "brasilero puto, te vas para tu árbol con el culo roto"
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