La gran sorpresa de los Óscars
Buenas noches, damas y caballeros, nos visita en nuestros estudios el ganador del Oscar por “Yo tengo todo lo que a las guachas las vuelve locas”, Monsieur Ali Thosis, es un placer tenerte en estos estudios, bienvenido a la Argentina
-Gracias...acabamos de llegar de los EEUU, no esperábamos ganar, sabíamos que había películas en las que los actores engordaron mucho para sus papeles, no era fácil la competencia
-Ya lo sé, me llegan muchos mensajes de “vos”
-Eso es un peligro, creo que tecnológicamente ya estamos en condiciones de a partir de un mensaje de voz emular cada fonema y hacerle decir por ejemplo al Papa que el trabajo es un clavo o a la esposa de Macri que el trabajo es clavo…
-Yo creía que la película que se iba a alzar con a estatuilla era “Coquette”, el documental sobre la lesbiana anoréxica víctima del genocidio armenio que es rechazada por su familia por querer adoptar a un vietnamita al que siempre le duele la garganta y moquea...cuando la vi recuerdo que le di un puñeazo a mi asistente de dirección, que jamás me dijo que los travellings podían ser fundidos a primeros planos en ralenti, cosa que nos hubiera venido de perlas…
-¿O sea que la innovación cinematográfica que se te atribuye…?
-Es parte del desconocimiento, sí, vos pensá que venimos de áreas algo alejadas del cine, yo me dediqué durante cuarenta y cinco años a romper farolas con mi sombrero disfrazado de señora para canciones infantiles, entonces traducir eso a lenguaje cinematográfico era un desafío…
-¿Qué me podés decir de la corrección política?
-Bueno, estamos viviendo en la era de mayor auge de la corrección política...yo para volar a la Argentina, después de que el cameo involuntario no pudiera ser suprimido, tenía derecho a que me pague el pasaje la Academia de Protección al Rinoceronte Albino, como usted sabe el rinoceronte que no nace con su coloración natural está expuesto a los predadores y la ley indica que le asignen el pasaje gratuito a todos y a cada uno de quienes lo solicitan...o sea que me correspondían tres dólares, porque todos los demás postulantes también recibían, por correcicón política, el financiamiento, los devolví pero solo están destinados a los que hayan ganado el Óscar a la mejor película que retrate el drama de los rinocerontes albinos cuando son desarraigados de sus jardines privados y forzados a asistir a la escuela pública con albaneses
-¿No son muy estudiosos los albaneses?
-Muy, demasiado, el problema de los rinocerontes no alfabetizados es desgarrador cuando compiten con albaneses que pugnan por asimilarse siendo todavía bastante homofóbicos...hay que enseñarles a respetar la diversidad y que está mal la fantasía de violación, porque es patriarcal y falocéntrica pero no está mal la fantasía de ser violada, siempre y cuando sea la fantasía, es decir, todo muy estetizado y el violador es Ricky Martin en una isla del Caribe, que te venda los ojos y te esposa las manos, pero no te pega...o a lo sumo te droga pero mismo la droga no te pega…
-¿Podría contarle al público que todavía no vio la película de qué trata “Yo tengo todo lo que a las guachas las vuelve locas”?
-Desde ya: la historia comienza en una capilla benedictina del siglo quince. no era el plan original, pero no había presupuesto para más, donde un adicto a la filatelia descubre una cura para la lambada…
-Pero nos interesa llegar al tema del alienígena que quiere ser aceptado y que busca la aprobación…
-Esa sería la historia paralela, lo que pasa es que nosotros la filmamos en un plano secuencia con un gran angular que hizo que la crítica la tomara por el leit-motiv. No creíamos que algo tan trillado como la historia del alienígena que busca triunfar como cantor en Broadway después de desactivar tres bombas termonucleares pudiera todavía despabilar emociones en el público acostumbrado a un erotismo francamente pornográfico...Pero tuvimos la suerte de que lo interpretara Philomena Salmos, considerada para muchos “el genital” del planeta…
-¿Qué le diría a la comunidad afroamericana y a la islámica que reclaman la prevalencia de desgarradores títulos tales como “La emancipación púrpura renovada” y “Alá por aquí no pasó”?
-Entiendo que ellos pensaban haber abrazado una causa noble inapelable. Pero los invitaría a ver mi film. El extraterrestre que nosotros mostramos después de un largo período de flirteo y off the screen, es un extraterrestre judío y latino, que en su planeta no podría jamás llegar a conquistar el corazón de la cirujana Philomena Herns. Su receta para hacer tiramisú fue bosquejada en una puerta de chapa con un fósforo quemado en una cárcel común como prisionero de guerra, después de haber sufrido la tortura de la policía de Nueva Guinea Ecuatorial a causa de su apoyo a la causa de los boers. No quisimos poner mucho el acento sobre el aspecto estoico de Lambert, después de haber donado su mansión a diecinueve familias de huérfanos guatemaltecos porque nuestra idea era subrayar su rechazo a la música dodecafónica, que como usted recuerda, lo lleva a sufrir el exilio y la castración por parte de la prima hermana de Schostakovich, del todo identificada con el régimen del tirano Faulio en Adalugias con su utopía vernaculista. El tema de la identidad sexual del extraterrestre nos parecía un golpe bajo y si bien, obviamente, su sentirse atrapado en el cuerpo de un antropófago era parte de su patética predilección por comerse una vegetariana, su condición de trisexual no era en sí lo que lo definía como no figurativo a rajatablas. Al momento en que los pelirrojos con claritos lo emparedan, él no tiene una sola palabra en favor de los derechos de los que sufren dolorosas erecciones por fantesear con caños oxidados salpimentados en el noroeste de localidades aledañas, porque para él eso es parte del acervo de la biodiversidad lasciva. Su único pensamiento mientras el bambú hirviente le lacera las uñas es “Margot Kidder no debe convertirse en el nuevo director técnico de Boca Juniors”.
La idea nuestra era que el transfondo de corrección política estuviera insinuado a partir de la vaporosa y desdibujada crisis de representación
-¿Podría explicarle al público no especializado a qué se refiere con esto de “crisis de representación”?
-Bueno, es algo que venimos advirtiendo desde Picasso que creyó con el cubismo que todo podía representarse con cuadrados, claro que en el caso de los gallegos eso no es tan errado…
-Me refiero a la escena en la que el policía le pide los documentos a Jennifer y mientras ella los busca se sucede un coito fuera de cámaras
-Eso es porque hay en la polisemia del juego de seducción mensajes ambiguos y entonces si bien todo parece ser la formalidad de una usual chequeada de datos abusando de un poder pajero, en realidad la atracción de los cuerpos se ve acicateada por la negligente retórica distractora...fue una escena completamente improvisada...provocó el inmediato divorcio de dos de nuestras estrellas
-Usted se ha manifestado en contra de la estigmatización en el campo de las artes contemporáneasy ha declarado en más de una oportunidad su decidida militancia por pinchar los chorizos a la hora de hacer asado…
-Vivimos en tiempos en los que si usted ayuda a una viejita no vidente a cruzar la calle y un idiota le tira el auto encima no lo puede llamar “ciego” porque estaría insultando a la viejita
-El final de “Yo tengo todo lo que a las guachas las vuelve locas” ¿no refuta la noción de que una emoción positiva puede vencer el poder destructor de las monopólicas corporaciones?
-De ninguna manera. La razón por la que nuestra película terminó siendo un musical es para desterrar la tendencia a bajar los brazos ante la pauperización que te sodomiza. Nosotros concebimos el entretenimiento como una terapéutica aplicada al hombre que están en el llano. Si hubiera algún mensaje sería “ni bien bajes los brazos te van a romper la nariz”
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