Sátira a una entrevista a Al Pacino
John Lipton: -Vamos a dar la bienvenida a un actor que es considerado uno de los tres grandes actores de su generación, siendo que los otros dos no son siempre los mismos. Lo fueron Marlon Brando, lo es Robert De Niro, lo será siempre Jack Nicholson, y en physik du rol, compite con Dustin Hoffman, cuya laboriosidad y pretenciosidad ha superado. No ganó un Oscar por la estupenda "Justicia para todos" donde halló el gesto universal del crescendo de la irascibilidad, aquella pasión bajo la cual todos decimos barrabasadas aún más desquiciadas que cuando copulando: al enterarse de que no se entregó el pedido de prórroga y de que su defendido-un afroamericano-fue ahorcado, su furia pasa por todo el horizonte del espectro de los abanicos de los estadíos y cuando declina vuelve a emerger, una actuación inolvidable, que es casi una aguda observación socioantropológica del lenguaje no verbal, no advertida hasta entonces. Pero Al ganó el Oscar por la remake de "Perfume de mujer", un film italiano con Vittorio Gassman, aquel astro de "La armada Brancaleone" y "El sorpasso", cuya excelente autobiografía se intitula "Con un brillante porvenir...a mis espaldas". En la composición de su personaje de ciego, a Al expresamente le pidieron que se aprendiera el lenguaje Braille, y le pagaron una suma millonaria extra para que aplicara el método...pero Al es un vago lindo , es un actor latino y atorrante y todo lo que aprendió es que el billete de 20 pesos es rojo y significa pasión y sólo actuó por instinto, creando una de las obras maestras más sobresalientes de la historiografía fílmica en este planeta, parangonable a la Capilla Sixtina-aquel fresco de Miguel Angel Bonarotti que hiciera a pedido papal, para poder costear su novela independiente "Agarráme la zanahoria, Susana".
Al Pacino (mira consabidamente y es ovacionado)
John Lipton: -Todos los grandes actores desde Daniel Day Lewis, hijo del insigne poeta Cecil, cuya novela policial rubricada bajo el nunca mejor dicho nik-name de Nicholas Blake, La bestia debe morir, superó el reord de diecinueve semanas en la lista de best sellers de Harpor's magazine en Denver, con su maradoniano "Mi pie izquierdo", hasta Bobby Deniro con su "Awakness", Tom Hanks con su sida y su perfecto idiota americano, todos los grandes actores que han hecho comedias excelentes sólo ganaron un globo de oro o un Oscar o una promoción del sushiclub al encarnar a paralíticos y monstruos. Es parte del recato morboso y del amor a la marginalidad que nos equidista a los burgueses tanto del genio como del psicótico.
Al Pacino:-Muchas gracias
John Lipton:-Tras haber homenajeado a Orson Wells en "Filmando Othello" con su "Buscando a Ricardo III" explicando el ritmo del pentámetro yambico en las calles neyorkinas siendo eyefucked por las chichis que pasaban; no sin tener a cada nanosegundo presente que el pariente del creador de la ficción científica en literatura H.G.Wells había asustado a los radioescuchas con su lectura del ya clásico "riesgo país" por radio diez y la novela "El pausado" de Alan Linus Pauling, Al Pacino se dio el gusto en "Frankie and Johnny" de ordenar a Michelle Pfeiffer que se le mostrara tal como los dioses griegos la trajeron al mundo, revelando su desnuda belleza como Afrodita a Paris, en un off the screen que produjo más idas en seco en las plateas que el manoseo cayéndose a la goma de la antedicha en "Wolf" por parte de Jack Nicholson. Y no conforme con eso, en "El abogado del diablo"es secundado por quien luego haciendo la gran Carrió (engordando monstruosamente para demostrar su inteligencia por encima de su belleza) ganaría el premio de la academia, que se le negó en "Las reglas de la vida" donde muestra lo que en "La maldición del escorpión dejate de" Woody llama "a perfect toucheé buttox".
Al Pacino:-Vos lo dijiste...
John Lipton:-Este hombre logró en su corta estatura y en su larga vida más perfomances memorables de las que exista capacidad perceptiva humana para atesorar y justipreciar y en cierto sentido yo quería decir, y no acostumbro llenar de genuflexos comentarios idolátricos vomitivos a mis gloriosos invitados majestuosos cuyo panegírico laudatorio llenaría más páginas de las que ocupó Elvis Presley cantando en alemán "Lilly Marlene" cuando fuera visto inesperadamente el 9 de noviembre en una fábrica de chacinados de Aldo Bonzi, Al Pacino padece de haber sido objeto de un reconocimiento temprano y totalitario y ya no tenemos instrumentos ni mecanismos para vaciar el prejuicio superlativamente non plus ultra adoracional que le hemos endilgado como para valorizar la metatrasnsuperación de sus creaciones más recientes. Querido Al, para mí es una emoción interestelar tenerte en mi programa, coexistir contigo en el tiempo y en el espacio, que el empaquetamiento de átomos que constituyen tu ser se haya tomado la molestia de costearse el viaje en limousine hasta estos estudios, patrocinados por somniferos alplaxin...y queríamos preguntarte, siguiendo el cuestionario Proust-Helms-Burton: ¿Cuáles son los platos que más te molesta lavar?
Al Pacino:-Bueno, tú saben, John, a veces encuentro dificultades con las ollas, y por eso, recuerdo claramente que Lee Strasberg me recomendó dejarlas todo un día con agua jabonosa, con detergente, antes de refregarle la esponja de bronce. Stanislavsky decía que la costumbre griega de romper los platos ha de provenir de la molestia psicofísica que produce la obligación de pulir cada veta y extraer aquellos preciosos engarces de grasa vacuna quemada, de papa chamuscada... los judíos de New Huntington suelen quebrar una copa cuando contraen nupcias para simbolizar a un tiempo que los demonios deben alejarse, que se comparten los secretos y se construye una exclusividad indestructible -irónicamente ya por destruída, ininvadible, inextraviolable- y recuerdo que Paul Newman una vez entró en curda al set de "Muere bellaco IV" y rompió toda una colección de porcelana Ming que el director John Holmes Matt Houston había comprado a un osteosporista nazi escapado de Potsdam, del Museo de Arte Decorativo Oriental de Bruselas. Y tengo grabado en mi memoria la cara de perplejidad que puso al sentir que se estrolaban contra el piso en un efecto dominó contra el damero del salón de bailes de la escena de disfraces en Montecarlo-que por un tema de costos tuvimos que filmar en Tanganika. Usé ese rictus para la cara desencajada del cirujano plástico de Rachel Manchester en "El joven garfios de cerrucho", ahora lo puedo contar...
John Liptus: -Otros artistas prefieren tomar su capuccino en un vaso de plástico que luego devolverán a la abismal nada que a todos nos acecha en las penumbras que William Carlos Williams llamaba "mami, prendé" cuando Carl Sandburg lo dejaba viendo "La pantera traba" y se iba a colorear sus legendarios frisos de aceituna descorazonada y páprika ¿qué es lo que hace que la textura armoniosa que prefieras sea la loza, incluso para papeles menos exigidos, tales como el del talabartero rumano que usa un corset en "Sodomizame mientras riego las plantas", último gran papel de Peter Best Sellers?
Al Pacino:-Me alegro de que me lo preguntes. Tomé el hábito de comprar tazas de café medium que dicen "Podrán imitarnos pero igualarnos jamás" de Robertou Sánchez, un gurú asiático que escapó de Corea y se refugió en un paraje sudamericano llamado Arecou, Sant Antonio. Había recibido una revelación en el monte Fuji que no es kodak, y me largó el rollo instantáneamente. Tenía una memoria fotográfica, lo recuerdo patente, como una multa por cruzar con red traffic lihgt, llegando a las seis y media de la mañana con su té de cola de quirquincho para infundirme la insuflación del hálitus hebra-zebra con la que yo podía meterme en la piel del personaje de rayada prostituta veneciana (recuerden que yo en ese momento estaba tomando un gran riesgo para mi carrera porque sólo había hecho papeles de varón luterano y además no sabía nadar). Fue él quien me introdujo al culto a las tacitas cóncavas de té, lo mío hasta entonces no pasaba de las tetazas, no sé si conté ya que Napoleón mandó a hacer las copas de champagne como réplica en escala uno a uno de los pechos de Josefina. Robertou habíua escapado de Corea y creado en Corrientes un culto necrofílico-materno llamado "difunta Corea" y los lazos o las correas que lo unían a esa región hicieron que huyera hacia Los Ángeles, a donde llegó para enseñarme una técnica de barbacue con carne de cordero. Todo lo que trajo consigo fue parte de una taza, el mango, por así llamarlo, the grip, y recuerdo distingtinbly que la hija de Lee Strasberg creyó que era una malformación y luego nos dijo que todos debíamos apegarnos al personaje como Robertou se había apegado a la asa. En música "do" es una nota, pero en coreano significa "camino", en el sentido espiritual en el que lo usa Heidegger, Jesucristo, Virginia Slim y Bob Dylan. Robertou me interiorizó en la técnica sólo reservada para varones, del camino del agarre de la carne, el asa-do...
John Lipton: -¿Nunca sentiste un lóbrego desasosiego lúgubre al sentir con compungido menoscabo que estabas lavando el plástico de un tapperwear, vale decir, un dispositivo artificial hecho con restos de animales prehistóricos extintos, irrompible, es cierto, impermeable, pero esencialmente cheapsy, cortantemente naîf como un knife de cartón, innoble en su eternidad de cuarta categoría?
Al Pacino: -Cuando entrené la caída en parapente desde el Himalaya, para "Un actuario se aburre" que fue la ópera prima de Grachi Ferrari, una escena que tenía que sentir en mis huesos y conocer hasta la médula porque el actuario, no sé si recuerda, sabe que hacía veinte años atrás había estado en el Himalaya, y no creo que la actuación no hubiera perdido algo de autenticidad si no trasladábamos el equipo a los pagos del Dalai Lamas y demorábamos la filmación siete semanas a un costo de novecientos millones de dólares por día , recuerdo que Klaus Kinski, que prefería los platos de metal como en la pizzería Burgio's probablemente porque había estado en prisión después de filmar "Fitzcarraldo cobra por hora", se acercó a mí, me escupió toda la leche condensada que tenía en el buche y me dijo: "es re de gay usar cubiertos descartables".
John Lipton: -Creo que no soy el único en sentir que esta noche se produjo una magia insustituíble que perdurará en la memoria humana, cuando el último vestigio de nitrógeno esté en un geriátrico hawaiano tomando caipirinha para olvidar el Alzheimer. Muchas gracias por habernos honrado con tu presencia, Al. Y ahora, voy a efectuar las preguntas que hago a todos los invitados siguiendo el modelo del programa francés "Yemen fou menem friega": -¿cuál es tu utensilio favorito?
Al Pacino:-El wok
John Lipton:-¿Cuál es tu artefacto culinario menos favorito?
Al Pacino:-La tostadora de hojalata
John Lipton:-¿Qué antipasto te gustaría que te preparara San Juan Bautista al arribar a Heaven'sa Gate?
Al Pacino: -Vittel Thoné
John Lipton: -¿Qué te hubiera gustado ser si no hubieras sido actor multipremiado provocando tsunamis lúbricos en con cada parpadeo en trillones de admiradoras?
Al Pacino:-Profesor de humor como Martin Brauer
John Lipton: -¿Y vivir en la Argentina de Milei?
Al Pacino:-No
John Lipton: -Te agradezco por esta entrevista.
Comentarios
Publicar un comentario