Una provocadora performance que nos convoca: ¿por qué en Honolulu no hay lúpulo?

 

>La canción de Paul Kuhn "No hay cerveza sobre Hawai" nos abre diversos interrogantes. El primero, para mis alumnos de alemán que aprenden con el exclusivo método de la estimulación electromuscular teutónica es ¿por qué ha de decirse "sobre" y no "en"? Esta primer pregunta fue respondida por Theodor Adorno en "Minima Moralia": porque es una isla. La idea adorniana de que los torturadores están aislados y constituyen excepciones, son, en una palabra una isla es un tema SOBRE el que polemizó Morton Rue en su trabajo acerca del experimento Milgram. Desde la estricta gramática puede decirse en lengua alemana tanto de Groenlandia como de Malvinas que algo queda sobre Groenlandia o en Groenlandia, sobre Malvinas o en Malvinas. De modo que esta canción que ha llenado bibliotecas de análisis podría haberse llamado "Es gibt kein Bier in Hawaii" con lo cual la historia de la música heptatónica desde la danza húngara quinta de Brahms hasta el objeto a perdido en diversas pronunciaciones por Lady Gaga sería otra, no decimos mejor ni decimos peor. No podemos conocer el recorrido ulterior de la literatura si Kundera hubiera llamado al título "La insoportable levedad del ser" sugerido por su editor "El planeta de la inexperiencia", como él quería, ni podemos inferir qué extrapolaciones improcedentes no habría sucitado la teoría de la relatividad si Einstein hubiera cedido a su impulso fundacional y la denominaba teoría de lo inmutable. Si Colón sabía que clavó la bandera española sobre/en un nuevo continente ¿qué consecuencias no se hubieran abierto, o mejor dicho no se abrían/habrían? Los dadaístas proclamaron como ideal estético para despertar nuevas percepciones al ya aparecido en "Los cantos de Maldoror" del Conde de Lautreamont: la superposición casual de dos objetos como por ejemplo un folleto de "Prioridad para la cultura" de Anibal Ibarra (y/) sobre una mesa [Naturaleza Muerta Política]. Jackson Pollock en su relectura de Freud y la castración de your anus decide catectizar libidinalmente las telas con efusiones de liquidísimas simientes hiperfecundadoras con lo que Warhol responde haciendo mear por chongos neworkinos sus placas de cobre que se venderían por millones. El gesto del contemporáneo Paul Kuhn ante esta esgrima metonímica es el que corresponde sardónicamente a un comediaturgo: la superposición del emblema de fluído de su patria, la cerveza y el Caribe, que remite a Calibán, que Shakespare tomó de la voz "canibal". Se une así la sed que siempre nos remite a lo elevado, la sed del conocimiento, decimos, nunca la sed perversa de lamer tus axilas, con la antropofágica asimilación que para decirlo con Hegel presupone una Aufhebung (a un tiempo una supresión, una superación y una elevación) de la Klangskunst. Incluso para refutar esto, que no digo yo, sino Derridá (Juan Carlos Derridá, no confundir) en su estudio sobre la palabra password "shiboulett" que se pronunciaba bien o eras bouletta, no se dice ¡qué sed que tenés Martín!, sino "¡mmm, qué hambre!" "sed" es el nombre pronunciado en inglés del mayor intelectual que ha dado en nuestro siglo Palestina, vale decir, La Franja de Gaza y este juego polilingüista entre polis con el logo resurge en el hommage a la pronunciada u doble germánica: hawai no ha de pronunciarse "jauai" con las vocales tan líquidas ellas, tan acuáticas (en danés la palabra isla se dice con una única vocal, la O barrada que se pronucia como el agua francesa).Así como Saussure descubrió por las onomatopeyas la arbitrariedad del signo, dado que un perro dice guau en Burzaco y wau en Ziegelhausen, la irregularidad del pretérito imperfecto, su imperfección se ve puesta de manifiesto en esa alusión a Goethe que es el verbo "ir" (gehen) en el imposible indefinido regular (gehte), dado que se dice "ging". Pasemos a relevar, a puntuar, a ubicar grosso modo la sintaxis: el Präsens se hace presente ya desde el dictuum iniciático que opera como una patada al nervio ciático: ¡ay!-se lamenta el trovador: no hay cerveza sobre jauai ¡ay!. El alemán no puede admitir el "hay" sin un sujeto (así como el inglés dice "there is"). "Es" es la forma ni complementaria ni opuesta, sino suplementaria de darle protagonismo mediante un protagonista nunca tácito al verbo que alguien tiene que ejercer: ese "es" equivale en inglés al "it" y en francés al "il" cuando llueve. "Geben"(dar) es un verbo recurrente y sintomático en la obra kuhniana: baste recordar su "Geben Sie den Mann am Klavier noch ein Bier" (dele al cuasifai del piano otra cerveza) con el que rompe con el posestructuralismo sin dejar de abrevar en Lukacz. Melómanos de fuste como Diego Fischerman y Nicolás Cambiasso han querido ver en "Es gibt kein Bier auf Hawai" al simultáneo precursor de "Dar es dar" y de "Hulla-hulla" de Fito Paez y Los Twist respectivamente. Pero sabemos que los grandes anticipadores en el arte solo lo son a posteriori, que concebimos a Antígona como revolucionaria en virtud de cómo se la leyó después de la Revolución Francesa y que cuando Ernst Lubitsch filma "To be or not to be" emplea la cita de Shylok en clave antinazi ("si nos pinchan ¿no nos duele?" tiene valor argumental disuasorio si bien animales inferiores al judío también poseen umbrales de dolor incompatibles con los pinchazos). El alemán carece de doble negación, de modo que se dice "hay ninguna cerveza sobre Hawai" deviniendo el "una" (ein) en "ninguna" (kein) gracias al sencillo agregado de la letra "k", con lo cual, puestos a atribuir oraculares anticipaciones, si hay algo que Paul Kuhn supo es que "K niega" y eso que en su vida oyó hablar ni remotamente del Indec o directamente de América del Sur... "Nadie cumple, vote a nadie" es un chiste de evidente raigambre forínseca, dado que nuestro natural articula su "no cumple nadie" reforzando la negatividad...Joaquín Sabina que en virtud de su ataque cardíaco ha debido renunciar a salir de su hogar recordó recientemente un viejo lema de su juventud "ningún lugar como fuera de casa". Y Leonard Cohen al volver de su monacal regimen espartano de vida comentó que lo verdaderamente difícil no es madrugar, ayunar y dormir sobre madera, sino aguantar a otro ser humano que viva con nosotros. Paul Kuhn problematiza la noción de identidad y desmantela la burocracia de sentido: la patria ¿es el ius sanguini que impide a los argibos enterrar a Polícrates y a De Narváez candidatearse a Presidente de Argentina?¿es donde uno va a morir como la mayoría de los grandes argentinos, piénsese en San Martin que murió en Francia, en Rosas que murió en Gran Bretaña, en Gardel que murió en Colombia, en Borges que murió en Suiza y en Dios, que es argentino pero murió en Jerusalem? "No hay cerveza en Hawai" pone en jaque nuestras categorías de representación que anidan en un mito fundante de los Estados-Nación: Napoleón Bonaparte, el Corso, hubiera sido sin duda un corso a contramano de no haber pertenecido a Francia Córcega al momento de nacer. Shakespeare, el arriba citado bardo de Stratford upon Avon hubiera sido un bardo de no ser por la invasión normanda. Libres de un hábitat como para otras especies, el ser humano reconoce por propio aquel sitio, dictamina Paul Kuhn antes de la globalización, donde está la comida que le gusta. Siendo tan omnívoro como capaz de vivir en el Ártico o en Florencio Varela, el homo sapiens sapiens se reconoce parte de una communitas allí donde hay aquella ingesta con la que se identificó primariamente. En "Familia líquida" Zygmunt Bauman da cuenta de cómo las bebidas inscriben aquel autonarrativismo con el que nos dotamos de individualidad. En Hawai puede haber todo lo que quieras: accidentes naturales de una armonía que nos hace olvidar todo accidente, siluetas ondulantes y sinuosas que nos emborrachan de cachondez permanente: pero no hay la sustancia metafísica, la deontología antropoteica, la cerveza helada espumosa y dorada. Y no podemos renegar de lo que nos nutre el almapanza, la Braut (novia) emparentada con el verbo brauen, la fermentación del lúpulo y la cebada. En la balada de la cárcel de Reading Oscar Wilde miente al decir por razones pictóricas "he did not wear his scarlet coat, for blood and wine are red" porque hubiera sido muy depravado para su época escribir "cerveza" en lugar de "vino"-que es lo que realmente tomó el asesino-y "pis" en lugar de "sangre"... "No hay cerveza en Hawai" nos retrotrae a los inicios mismos de las razones de ser del matrimonio y nos hablan de doce años de relación: doce años como lo que duró la Asociación Psicoanalítica Francesa que fundó Lacan y el partido nacionalsocialista que fundó Hitler. Cuando aprendemos a hacer el amor por amor, sin el deseo motorizando potente nuestra vivaracha motivación, es cuando decidimos que nos circunscribiremos y ceñiremos para siempre a esta persona: ¿por qué? se pregunta la canción en la que los esbirros demuestran que la respuesta es birra. ¿Por qué no tomar ese hallazgo, el poder fornicar sin lujuria para abrazar con nuestro cuerpo a las personas que nos han deseado y no nos sacan de nuestro eje ex-céntricamente? No hay que ir a Hawai porque nuestras personas cercanas son mucho más el verdadero Hawai que Hawai: Idéntica idea a la de Chesterton: Todo el esfuerzo de la persona típica es huir de la calle en la que vive: primero inventa la higiene moderna y se va a Margate, luego inventa la cultura moderna y se va a Florencia, después inventa el imperialismo moderno y se va a Tombuctú. Se marcha a los bordes fantásticos de la tierra. Pretende cazar tigres, casi llega a montar en camello. Y al hacer todo esto está todavía esencialmente huyendo de la calle en la que nació; y siempre tiene una explicaicón a mano de esta fuga suya. Dice que huye de su calle porque es aburrida. Miente: la verdad es que huye de su calle porque es demasiado excitante. Es excitante porque es exigente; es exigente porque está llena de vida. Puede visitar Venecia tranquilo porque para él los venecianos no son nada más que venecianos: los habitantes de su propia calle son hombres y mujeres. Puede quedarse mirando a un chino porque para él los chinos son algo pasivo que hay que mirar; si se le ocurre mirar a la vieja señora en el jardín de al lado, la anciana se pone en movimiento" Es gibt kein Bier auf Hawaii, No hay cerveza en Hawai Es gibt kein Bier. No hay cerveza Drum fahr ich nicht nach Hawaii, Por eso no viajo a Hawai Drum bleib' ich hier. Por eso me quedo acá Es ist so heiß auf Hawaii, Hace tanto calor en Hawai Kein kühler Fleck, Ni un punto fresco Und nur vom Hula Hula Y solo del hula-hula Geht der Durst nicht wegLa sed no se va Meine Braut, sie heißt MarianneMi novia se llama Mariana Wir sind seit zwölf Jahren verlobtEstamos comprometidos hace doce años Sie hätt mich so gern zum Manne Le gustaría tenerme de marido Und hat schon mit Klage gedrohtY lo pidió con quejas y amenazas Die Hochzeit wär längst schon gewesenla boda hubiera sido hace mucho Wenn die Hochzeitsreise nicht wärSi no existiera la luna de miel Denn sie will nach Hawaii, Porque quiere ir a Hawai Denn sie will nach Hawaii, Porque quiere ir a Hawai Und das fällt mir so unsagbar schwer. Y eso me resulta tan indeciblemente difícil Es gibt kein Bier auf HawaiiNo hay cerveza en Hawai Es gibt kein Bier. No hay cerveza Drum fahr ich nicht nach Hawaii, Por eso no viajo a Hawai Drum bleib' ich hier. Me quedo acá Es ist so heiß auf Hawaii, Hace tanta calor en Hawai Kein kühler Fleck, Ni una gota de frío Und nur vom Hula Hula Y con hacer hula-hula Geht der Durst nicht weg. No se te va la sed Wenn sie mit nach Pilsen führe, Si viajara conmigo al Patio Cervecero de Quilmes Dann wären wir längst schon ein Paar. Hace rato que seríamos un matrimonio Doch all meine Bitten und Schwüre Todas mis súplicas y promesas Verschmähte sie Jahr um Jahr. Las desdeñó año a año Sie singt Tag und Nacht neue Lieder Canta día y noche nuevas canciones Von den Palmen am blauen Meer, De las palmeras en el océano azul Denn sie will nach Hawaii, Porque quiere ir a Hawai Ja, sie will nach Hawaii, Sí, ella quiere ir a Hawai Und das fällt mir so unsagbar schwer. Y me resulta un garrón inenarrable Es gibt kein Bier auf HawaiiNo hay una puta birra en Hawai Es gibt kein Bier. No hay una fresca Drum fahr ich nicht nach Hawaii, Por eso el feriado turístico se lo metan Drum bleib' ich hier. Bien en el medio del orto como dijo Reutemann que nunca habla pero cuando abre el pico agarrate Catalina Es ist so heiß auf Hawaii, Te asás a morir en Honolulu Kein kühler Fleck, Estás en el horno literal Und nur vom Hula Hula Y si llegás sin deshidratarte poco a poco sintiéndote una fruta disecada, no te miento descubrís que los preservativos son de coco en los hoteles aloha aloha miento Geht der Durst nicht weg

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