Les comparto mi cuento humorístico publicado en "La gracia de leer", la antología de Ariel Magnus en Ediciones de la Flor
me limito a decirte una sola cosa, que es muy sincera y tengo testigos: en el fondo, creo que hago esta antología sólo para poner al final un texto tuyo. Tu humor es insuperable. Y aunque acá de nuevo serás una parte aún menor que en las otras antologías, una treintaunaparte del total, confío en que signifique tu salto a la fama mundial que te mercés hace demasiado. El pacto es que quemes las otras antologías y yo pueda decir que fui el primero en publicarte, como Borges a Cortázar (lo cual me deja a mí en el lugar de Borges, pero vos en el del que se movía a la Dunlop, que preferiría - por así decirlo - ciegamente).
Conocí entonces así a Daniel Divinsky que me dijo que solo tuvo que corregir una errata para que no parezca que estoy descansando a Patricia Kolesnikov, por cómo escribí Kalashnikov.
Quiso la ironía (La Naturaleza imita al arte) que ahora sean los habitantes de las Islas de Sardida nada menos que mis mismísimos compañeros de trabajo
El progreso indefinido o la indefinición del progreso
"No creo en las personas que creen en el horóscopo" (Luc, 28, 13)
El antropòlogo monagasco Jaques Fortunato Tatianne nos trae un nuevo mundo con su libro “Una excursiòn a la comunidad de los sardidores”.
La isla de Sardida, situada al noroeste del Àfrica Septentrional permaneciò,segùn explica Tatianne,ajena al cristianismo, al capitalismo y a la democracia parlamentaria hasta su llegada. Su arribo, accidental porque Tatianne se proponìa contactar a Nelson Mandela para iniciar una Fundaciòn que juntara firmas para liberar a Seineldìn,fue saludado como el advenimiento de la anhelada deidad.
Tatianne, exhausto y descolocado, cuenta muy graciosamente que se las viò en figurillas para lograr que los salvajes se incorporaran y dejaran de manifestar servilmente su sumisiòn.
El idioma de los sardidores no se parecìa a ningùn otro. Las señas tampoco tenìan una codificaciòn parecida. Tatianne sòlo querìa comer pero debiò ser partìcipe de los rituales antropofàgicos sagrados de los sardidores realizados a èl mismo, un dios en realidad mutatis mutandi humano y hambriento aunque,valga la contradictio in adjecto,algo asqueado.
“Mi propòsito inicial” explica Tatianne en el comienzo de su increìble bitácora “era introducir la civilizaciòn siquiera rudimentariamente.Los sardidores no distinguìan ni entre hombres y mujeres. Mis primeros esfuerzos en la isla por consiguiente fueron para transmitir la a veces algo pequeña diferencia entre hombres y mujeres. Hice que los hombres dejaran de arrodillarse a mis pies y se fueran a cazar algo comestible que no fuera un prójimo con tendinitis. En cuanto a las mujeres, me pareciò improcedente iniciarlas en el feminismo sin respetar la evoluciòn històrica que toda civilizaciòn debe tener. Ademàs, lo confieso, me habìa divorciado de Chantal hacìa ya un año y estas desnudas adoradoras me reconfortaban en mi duro exilio interior.”
Tatianne cuenta que decidiò conocer la lectoescritura y los cuneiformes ideográficos caracteres desarrollados por los isleños sin pretender imponerles nuestro alfabeto. “Tardè en advertir” explica “que carecían de toda escritura. Al principio los considerè inferiores, no ya ignorantes redimibles,sino meramente incapaces. De joven yo habìa aprendido algo de frenologìa y la forma de sus cràneos, semejantes a sandìas me hacìa descalificar para mis adentros sus aptitudes intelectuales.
Sin embargo,despuès de pasar un año de convivencia paradisíaca,comprendì que su inteligencia tenìa otros paràmetros pero en modo alguno era màs limitada que la mìa.
Conjeturè que la ausencia de escritura era la causa de que ellos no leyeran la realidad como si cada cosa tuviera un prefijado y ùnico significado por vez.
En muchos aspectos, desde luego, parecìan mucho màs negados que orangutanes y yo me preguntè por què desde que el hermano Darwin lanzò al mundo la idea de evoluciòn la gente incorporó sòlo el desdibujamiento del lìmite entre el mono y el hombre y no el de la frontera entre el mono y otras especies inferiores.
Sin embargo Tatianne, encariñado con sus colonizados llega a conclusiones muy auspiciosas en el capìtulo“Liberando a Sardida, logros veloces” que lleva el subtìtulo “Evangelizaciòn y secularizaciòn record”. Escuchemos sus propias declaraciones:
-A la civilizaciòn occidental le llevò siglos incorporar cabalmente el cristianismo y erigir catedrales y màs siglos aùn le llevò llegar a la idea de la mentira implicada por dicha religiòn y a los conceptos marxistas de que se trata de un instrumento de dominaciòn. A los sardidores le llevò sòlo 3 meses y 1 dìa conceptualizar todo el proceso de lucha en el universo de significados. Tres meses para construir la parroquia “Virgen Marìa Madre de Jesùs y sus Medios Hermanos” y sòlo un dìa,el subsiguiente, para pulverizarla sin dejar piedra sobre piedra. Lo que nuestros Diderot y Voltaire en arduos volùmenes predicaron,fue recibido como en el insight sináptico de una sùbita revelaciòn por Grandbourg, nuestro jefe tribal, a quien todos llamaban: -iiiiiiiiiiiiii iiiiiiiiiii iiiiiiiiiiii iiiiiiiiiii iiiiiiiiiii iiiiiiiiiii iiiiiii iiiiiiiiiii.
Ejemplos como estos abundan en el capìtulo “Construcciòn y aboliciòn de un tranvìa de caña”, “Fundaciòn de la primer Asociaciòn Psicoanalìtica Sardidense y descubrimiento a fortuori de la ausencia de conciente e inconciente en la psique de los sardidenses”, “Surgimiento de la primer fàbrica y supresiòn por la emergencia de una conciencia ecològica instintiva”.
Muy curiosas son las noticias de la carrera armamentista organizada en Sardida: el antropòlogo parisino enseñò sucesivamente a los sardidenses el armado de un arco y flecha, una honda, una ballesta, un cañòn de largo alcance Krug, una bomba Molotov y una ametralladora Kalashnikov, hasta diseñar una bomba atòmica. Al carecer la isla de plutonio y el antropòlogo de los conocimientos suficientes, las armas se confeccionaban precariamente con el diseño màs parecido y materiales precarios: la bomba atòmica fue ràpidamente convertida en arma química, ya que el antropòlogo intentò explicarles la forma que adquiere el aire cuando una de esas bombas explota y los sardidenses la llenaron de hongos venenosos. De todos modos hay algunos ròtulos de forzada traducciòn y Tatianne nos aclara que la nociòn de arma bacteriològica por ejemplo o de terrorista suicida que se inmola,no quiere decir màs que la presencia de un engripado en el batallòn, es decir, alguien que para servir a Tatianne y a la patria fue en desmedro de su propia salud y està capacitado para estornudarle al enemigo.
La reina Liliiiiii, conocida por los lugareños como: “iiiiiii iiiiiiiiii iiiiiiiiiii iiiiiiiiii iiiiiiiiii iiiiiiiiii iiiiiiiii iiiiiiiii”, era considerada la belleza, en un sentido literal. No es que era linda, sino que era lo lindo que podìa haber en cualquier cosa. Solìa darse onerosos baños en petròleo, cosa que ella consideraba un inmenso beneficio cosmetològico. El hecho de que todo el petròleo de Sardida fuera agotado por ella en esa consustanciación de su creencia,sòlo inquieta ahora a los especuladores financieros, si bien Tatianne se viò obligado a explicàrselo a un tribunal en el juicio por “expropiaciòn no utilitaria”: como es de pùblico dominio, la labor tatiannenense no fue comprendida por todos, ni tampoco todos los que sì la comprendieron la consideran benèfica.
La comunidad de antropòlogos de un paìs llamado Argentina (se trataría de un paìs sudamericano, situado cerca de la Repùblica del Uruguay, n. del t.), le iniciò un juicio por “colonizaciòn de la personalidad”.
La causa finalmente quedaría sin efecto en el Tribunal Internacional de Madrid, por alguna obscura razòn de la fìsica termodinàmica del Tercer Mundo que hace que las causas y los efectos funcionen de otra manera.
Como se sabe, la periferia pasò a ser central en todas las investigaciones acadèmicas y por eso Tatianne se viò apoyado a la vez por muchas universidades.
El capìtulo “Legalizaciòn de las drogas” resulta interesante por el avance de los sardidenses respecto de muchas potencias mundiales, el capìtulo “Casamiento entre harènes homosexuales” y el capìtulo “Anarquismo congènito” son verdaderos testimonios de ejemplos a seguir.
Jaques Tatianne es ademàs de un escritor ameno y un antropòlogo distinguido un consumado seductor por lo que el màs delicioso de los capitulos del libro “Enseñando lo consabido” resulta francamente recomendable. La instauraciòn de anillos para indicar el estado civil de una persona, fue difìcil, pero mucho màs el lograr que sea en la mano en lo que se fije una persona a la que otra le interesa amorosamente.
En el capìtulo “Polìticamente correctos” Tatianne destaca lo siguiente: “En Sardida no se discrimina a los negros,porque todos lo son; no se discrimina a los judìos porque no los hay, no se discrimina a los discapacitados porque todos han sufrido accidentes y no se maltrata a los pobres porque, en rigor lo que no hay es dos tratos. Las posibilidades laborales no estàn reducidas como en todos los paìses industrializados y presuntamente mejores. Si un sardidense de 84 años encuentra fuerzas para subir una palmera y descolgarse un coco, nadie lo excluye de la plena actividad en la fruticultura. En Sardida no hay perversiones sexuales porque hemos legalizado toda forma de erotismo. No hay penalizaciòn por consumo de cocaìna o marihuana porque sería un milagro:no crece ni la coca ni amapola ni el cannabis (gracias que hay polenta). No hay especulaciòn bursàtil,ni todas las pestes de la modernidad...Hay otras pestes en realidad, pero no las consideramos tales porque hemos expandido el concepto de salud en contra del fachismo ascèptico de una higiene artificial”.
El historiador judìo Jean Levi fue el principal enemigo de la metodologìa civilizatoria del antropòlogo: “Ninguna civilizaciòn moderna” escribiò Levi en una columna de “Le Figarò Circuncisienne” “puede omitir la desgarradora pero necesaria conciencia de la condiciòn humana en la que nos sumiò la experiencia de la Shoà”. Jaques Tatianne utilizò su derecho a rèplica explicando que no tenìa sentido traer 6 millones de inmigrantes judìos, asimilarlos, utilizarlos como chivo expiatorio, masacrarlos y arrepentirse cuando ya todos se arrepentìan de sòlo pensarlo. Jean Levi contestò a su vez que Alemania nunca se habìa arrepentido lo suficiente,que en la física puántica del lugar físico de la Universidad de Filosofía y Letras volvieron las leyendas tacuara de "haga patria, mate un judìo" (a lo que Tatianne replicò que Jesús era judío y los judìos pioneros lo hiceron, en efecto, patria) y que si Sardida lograba desterrar a la vez el antisemitismo que Gino Germani llama "folklórico" tanto como el de la suerte de diarreica hemoglobina, "ideológico" (verbigracia "el judìo si puede te caga porque lo lleva en la sangre")iba a demostrar un grado de civilizaciòn superior al de todos los otros pueblos.
Como Heinrich Italo Schliemann desenterrador de Troya pero para muchos asesino de reliquias, Jaques Tatianne fue admirable por su iniciativa y deplorable por su asistematicidad.
Una muestra de su improvisado evangelio es el Credo Evolucionado (una religión-palimpsesto,como todas, que afirma que el Mesías Darwith nos condujo bruscamente-creacionismo blitzkrieg desde la esclavitud de ser formas de vida marina por el desierto de la ignorancia hasta la sagrada porquerida Tierra Pormetida, Sardida).
"Maté a mi hermano y todavía no caín" o "This fucking questions from Job are giving me a hard job, you bet your ass"-versículos expurgados que denotan premura en el festina lente que regía los carpe diem del agnóstico patriarca escrupuloso, nos mueven a apiadarnos per in eternum de la enormidad de su solitaria labor.
Este nunca bien ponderado teísmo, más sofisticado sin duda que la creencia cafetera precolombina o la infantil prèdica del cacao peace,comulga con el comercio (así lo manifiesta el Monumento al Emolumento, o monolito a la erogación pecunaria, "dad al Jaques má té") y concluye marxianamente-o acaso por el cargo de conciencia del monagasco misionero-con una noción laica de que Tatí Dios no hace más que explotarnos a cambio de la mera plusvalía devida.
Unas apostillas merecen también los ritos funerarios, que el blondo Tatianne llevó hasta lo didáctico,en lugar de enterrar aristotélicamente a los morochos extintos: "En Occidente la realidad de la muerte se niega, la niega el inconciente según Freud pero también quienes no conceden crédito a Freud ni a quien carezca de bienes prendarios. El velatorio es para que los deudos comprendan que el occiso ya no pagará sus deudas. Para hacer pedagógica esta noción a mis borreguitos, el ataúd es abierto, el cadáver atravesado por lanzas y espadas de mimbre, piedras afiladas cercenan la cabeza y tronchan la médula espinal-o en el caso de las mujeres en vida más esquivas y ariscas, las poseemos post-mortem indicando la abolición de su volición. Los familiares pueden vaciar el cráneo y usarlo de cenicero, o convertirlo en algo cosificado y útil, lo importante es que no crean meliflua y desmelenadamente que el muerto de algún modo mágico sigue usurpando un lugar en sus ventrículos".
América impulsa actualmente la campaña para incluir a Sardida en las Naciones Unidas, si bien se sospecha que todo lo que desea es legitimar con un voto de alguien ajeno a todo imperialismo su, a su vez, instinto civilizatorio.
En su discurso inaugural del Congreso de 2008, George W. Bush declarò: “¿ahora?...Hemos civilizado Babilonia y hemos protegido Jerusalem. El desagradecido del Papa nos amenazò con el infierno, pero ha de saber tanto Bienadictus XVI, como todas las personas de buen corazòn del mundo, que la Unión està dispuesta a liberar al mismìsimo Tártaro y a llevar a los rèprobos una vida mejor, con hot-dogs y thanksgiving, asì como Jaques F. Tatianne llevò a Sardida el espìritu indestructible de la libertad".
Jaques Fortunato Tatianne continùa preso actualmente en Martìn Garcìa, tierra del pan dulce superlativo e isla a la que tratò tambièn de civilizar, sin el mismo resultado...
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