LA PERCANTA MOISHE: traducción canyengue de la pieza "La mujer judía" de Brecht

 Tras la guerra hubo en Alemania una purga terminológica y palabras asociadas al nazismo se prohibieron: en la volteada cayeron no solo "völkisch", sino también el roble, el cuero y el acero, símbolos de fuerza, resistencia, flexibilidad usados en la propaganda nacionalsocialista. "Vergassen"=gasear quedó interdicta. Pero fue un error porque las verdaderas nomenclaturas nazis eran eufemísticas: la palabra "gasear" ya existía de mucho antes: está llegando al área con pelota dominada, gasealo que nos va a hacer el gol...Enviar a alguien a un campo de concentración se decía "brindarle un tratamiento especial". Esta arista eufemística siguió inadevertida y sigue estándolo, a pesar de que con visionaria lucidez contemporánea la denunció Brecht en "La mujer judía". Si pensamos en "el trabajo libera" reconocemos en seguida que el horror no tenía el letrero del horror sino una frase motivadora.

Traduzco al canyengue con la crudeza didáctica brechtiana esta pieza ahora:

Francfort, 1935. Es de noche, una milonguita hace las valijas. Selecciona lo que va a llevar. Saca algo de atroden de la valija y lo vuelve a dejar pa' poner otra cosa. Se pregunta si apropincuarse o no la gran fotografìa de su dorima que yace sobre la còmoda (la gran fotografìa). A la final deja el retrato, le da paja empacar y se sienta un rato arriba de la valija, el marote apoyado entre los garfios. Despuès se levanta y llama por telèfono.

La paica: -Habla Sharon S. , tordo ¿es usted?. Buenas noches. Sòlo querìa avisar que van a tener que buscar otra compañera de chinchón, porque lo que es yo, estoy de raje. No, no por mucho tiempo, pero algunas semanas van a ser, largor indefinido. A Amsterdam. Sí, me dijeron que la primavera allá es hermosa, mùsica electrònica y el gobierno regala èxtasis y pichicata a granel, el que no salta es holandès, sí, livin la vida grossa a full, en cantidad. Tengo unos amigos ahí, bon vivants de la murga uruguaya. No, "amigos" en plural dije , aunque usted no lo crea. ¿Còmo hacen con el chinchòn? ¡pero, mi viejo, si hace dos semanas que no jugamos!. Claro, también el Diego estuvo medio fanè, engripado y eso que se dio la inyesiòn. Cuando hace tanto tornillo, no se puede jugar al chinchòn, es justo lo que digo yo. Pero, no, doctor ¿còmo me voy a ofender?. A Marìa Trinidad tambièn le cayò la vieja de visita, ya lo sè. ¿Còmo voy a aparatear algo asì?. No, bueno, posta que no es tan repentino, lo venìa postergando, pero ahora tengo que...Màs bien, tampoco podemos ir al bolìgrafo a ver la consola que proyecta "Shylock", màndele saludos a Maria Trinidad de mi parte. ¿Por qué no le pega un tubazo el domingo?. Bueno, un besito grande, chau chau, abrz.

Cuelga y vuelve a marcar:

-Habla Sharon Silverstein, quiero hablar con la señorita Agreta... ¿negra?, querìa despedirme rapidito, me estoy yendo por un tiempito. No, no me falta nada, sòlo ver un par de caras nuevas, sì por eso te llamaba, Di va a recibir el martes a la cheno al profesor, quizàs podrìan venir ustedes tambièn, porque yo me tomo el espiante, como te dije, chunait. Sí el martes; no, no tiene nada que ver, sòlo querìa avisar. ¿Vienen entonces aunque yo no estè?. Ya sè que ustedes no son asì, pero son tiempos jodidos y hay que andar con pies de plomo, bueno tengo que colgar, ojalà el laucha pueda, decile que va a estar el profesor, un besote, bye.

Cuelga y vuelve a marcar: -¿Sos vos,boluda?. Acà Sharon, perdonà si te interrumpo, oìme, te querìa preguntar si podès cuidar a Die, yo me voy por unos meses. Porque como sos la hermana...¿por què no querès?. Pero no, no le va a parecer eso, seguro que a Diega al menos, no. Claro que èl sabe que no venìamos muy bien, que andàbamo forfai, pero...' Tonces èl te va a llamar, cuando quieras vos. Sì, se lo digo, se lo tranmito. Todo està bastante ordenadito, pero el cotorro es muy grande para uno y lo va a sentir ¿me entendès?. Lo que hay que hacer en su estudio lo sabe la Rosa, dejala hacer. Yo la considero confiable y èl està acostumbrado a ella, aunque usa demasiada lavandina y ya le quemò tres camisas. Una ùltima cosita, espero que no lo tomes a mal, pero èl no es de hablar mucho antes de morfar ¿podrìas tomar eso en cuenta?¿manyàs?. Yo siempre me atuve a eso, no le hablo hasta que no estè comido. Bueno, no quiero discutir, no tengo tiempo, mi tren està por salir, todavìa me falta hacer la valija ¿sabès?. Velá por sus trajes y hacele acordar que tiene que ir al sastre porque encargó que le adaptaran el ambo, si no se tenìa que fajar. Tratà de que la habitaciòn estè calefasionada con el ladrillo al fuego,mirà que èl es de torrar con la fenestra abierta y sin calefacción es demasiado frìo,guarda que no usa el papel de diario abajo de la piyama. No, no me parece que se tenga que curtir, pero ahora sì tengo que cortar. Te agradezco mucho boluda, y nos escribimos ¿sì?, te mando un cariño, hasta pronto, yo tambièn te re-quiero bolù, gracias.

Cuelga y vuelve a llamar. -¿Cé?. Habla Sharon, yo ya me estoy yendo. No, tiene que ser ahora, cuanto màs lo deje estar me se va a hacer cada vez más cuesta arriba. Demasiado encarajinado. Sì, no, Diego no quiere, èl todavìa ni se desayunò, yo acabo de hacer las valijas. No creo. No creo que parle demasiado. Es difìcil para èl exteriorizarlo, darle a la sin hueso, sí, a la de arriba me refiero, sí. Sobre eso no habìamos quedado en nada. Nunca hablamos de eso, jamàs, ni sotto voce ni en pintura. No, no estaba diferente, al contrario, los nazis no lo engrupieron con la ariedad. Quiero que se ocupen un poquito de èl, al principio sobre todo. Sì, especialmente los domingos y convenzanló de que se mude. El bulín es demasiado grande para èl. Me hubiera gustado despedirme en persona pero ya conocès al ortiva de tu portero. Bueno, chaucito, no, ni se les ocurra venir a la estaciòn, ya les voy a escribir, seguro, cuidensén, nos estamos viendo, cariños a la enana, saquenlà alguna vez, no sean mala onda, la plaza para ella va a ser un bosque...

Cuelga y no llama a ningùn otro nùmero. Ha fumado y ahora le prende fuego a la libretita de telèfonos. Da un par de vueltas y se pone a hablar. Practica el pequeño discurso que le va a dar a su coso, se advierte que èl se suele sentar en determinada silla.

-Bueno, yo me voy ahora, Diego. Tal vez he tardado demasiado en decidirme, tendràs que entender...

Se detiene y se concentra, empieza de otra manera.

-¡Pelotudo, no deberías retenerme màs, no podés!...Atentti, araca, avivate papito de que te voy a hacer cagar la fruta, ya sé que no sos cagón, que a los ratis no les tenès ningùn miedo, pero la cosa es más grave, no es la yuta sola. No te van a llevar al campo a vos, pero te van a impedir laburar en la clìnica, mañana o pasado mañana, entonces no vas a decir nada, pero te vas a enfermar, vas a somatizar. No quiero verte pedorramente sentado en los rincones, hojeando el Olé, ahì serìa puro egoìsmo de mi parte irme, nada màs. No digas nada, muzzarela...

Toma aliento y empieza de nuevo de cero

-No digas que no cambiaste, porque no me chupo el dedo. La semana pasada descubriste que objetivamente el nùmero de cientìficos judíos no era tan grande. Siempre se empieza por la objetividad,chambòn, y ademàs ¿por què me reprochàs que ahora de pronto defienda a mis hermanos rusitos, si toda mi vida fui así?. Sho no soy shiome. Ay, Di, quisiera que esto no estuviera pasando...

Vuelve a tomar aliento y vuelve a empezar

-No te dije un huevo de que querìa darte el esquinazo,de que hace mucho me querìa ir, porque no me da hablar de eso cuando te miro, es un bajòn, papà. Te veo y me resulta tan al pedo hablarlo. Ya fue, si está todo podri ¿què bicho les picò?¿què carajos quieren? ¿¿yo què mierda les hice??. Si nunca me metì en polìtica. Solo me reí de un graffiti que decía "Carrió no miente: DELIRA". Soy una de esas típicas amas de casa burguesas y es todo lo que pretendo ser pero ahora resulta que ¿sòlo las rubias mireyas pueden serlo?. De un tiempo a esta parte pensè mucho en lo que me dijiste hace unos años, de que hay personas que escriben bien y otras que van a talleres literarios como el de Pazkowsky. Y yo por gila respeté esa generalizaciòn. Y ahora hicieron otra brillante clasificaciòn de esas y yo entro dentro de las personas no valiosas. Me lo tengo merecido.

Vuelve a tomar aliento y vuelve a empezar

-Sí, hago las valijas. No te hagàs el otario. Diego, mi amor, yo lo acepto todo, salvo una sola cosa: que la ùltima hora que nos queda juntos no podamos mirarnos a los ojos. Eso no podemos permitirles que lo consigan esos hijos de una gran puta verseros que obligan a los demàs soretes a la sarasa. Hace algunos años cuando alguien decìa que yo no parecìa moishe vos decías que sí, que se notaba. Y eso era un kilo y dos pancitos y una se alegraba. ¿Para què le vamos a seguir dando vueltas?. Yo hago las valijas, porque si no, te van a sacar el puesto de Jefe del Departamento de Oncòlogos de Cáncer del Ghetto de Goethe. Y porque ya no te saludan en la clìnica y porque a la noche te cuesta conciliar el sueño y ya no se te para como antes. No quiero llegar al dìa en que me digas que me tengo que ir. Es una bomba de tiempo. Puede aguantar un poco màs, como viejo calefòn alumbrao a kerosèn, hay calefones buenos que duran bastante, pero ninguno es eterno. Ademàs no estoy enculada. Bueno, un poco cabreada estoy. ¿Porque tengo que manyar todo esto?¿què tiene de malo la forma de mi ñata y el color de mi pelo? Tengo que irme de mi ciudad natal para que no tengan que dar más raciones de manteca. ¡Qué genios que son!. Descubren la teorìa cuàntica y se dejan calentar la cabeza por semisalvajes que dicen que tienen que dominar el mundo, pero al mismo tiempo se comen doblada la imposibilidad de tener la mujer que quieren tener. Ustedes los hombres son abominables cuando no son meros repetidores de seres abominables, puro grupo. Sì, suena colifa lo que estoy diciendo ¿de què sirve la sesera en un mundo asì?. Estàs ahí atornillado y ves que tu mina hace las valijas y no decìs un soto. Las paredes oyen ¿nocierto, perejil?. Pero ustedes no dicen una goma. Unos obedecen y los otros callan. Puta que te pariò. Yo tambièn tendrìa que cerrar el orto ¿no?. Si te amara, me meterìa la lengua en el culo. Te amo de verdad. Alcanzame ese top. Es strapless, lo voy a necesitar. Tengo 36 años, no soy una vieja chota pero mucho màs no puedo andar cotorreando. En el pròximo paìs al que vaya las cosas no pueden ser así. El próximo macho que me consiga tiene que poder retenerme. Y no digas que me vas a mandar la lana si sabés que no vas a poder. Y no te hagas el que va a ser por unas pocas semanas nomàs. Esto no va a durar unas pocas semanas. Vos lo sabès y yo lo sè. Por eso no degrades mis neuronas, no insultes mi inteligencia suspirando son sòlo cuatro semanitas mientras me alcanzás el tapado de armiño que recièn voy a tener que usar en invierno. Y no hablemos de "garrón", un garròn es que vuelva a llover, digamos las cosas como son, esto es una hijaputez, son unos reverendos conchudos ¡ay, Diego, me recago en Dios y la Virgen santísima!

Toma aire, alguien abre la puerta, entra su marido.

El hombre:- ¿Qué hacìas, vieja?¿ordenabas?

La mujer: -No

El hombre: -¿Para què las valijas?

La mujer: -Me las pico

El hombre: -¿Estás en pedo?

La mujer: -Ya habìamos hablado de que eventualmente yo me irìa por algùn tiempo. Ya no está muy cope acá. No da.

El hombre: -Sha, no digas boludeces.

La mujer: -¿Querès que me quede?

El hombre:-¿ Y a dònde te pensás tomar el palo?

La mujer: -A Amsterdam. Lejos, me quiero ir a la mierda.

El hombre: -Pero si ahí no tenés a nadie.

La mujer: -No, ya sè.

El hombre: -¿Por què no te querès quedar acà?. Por mí no te tenès que ir, no te hagas la cabeza.

La mujer: -No, mi viejo, me queda claro.

El hombre: -Vos sabès que para mì no cambió nada ¿lo sabès?

La mujer: -Sí, no me cabe ninguna duda.

La abraza. Permanecen mudos entre las valijas.

El hombre: -¿Y entonces qué es lo que te hace querer irte?

La mujer: -Eso ya lo sabès

El hombre:-Bueh, tal vez no sea tan enroscado. Te vendrìa bien un cambio de aire. Acà uno se ahoga. Yo te paso a buscar. Con sòlo estar dos dìas del otro lado de la frontera me voy a sentir mejor, me voy a tirar pedos de colores, no dan ganas de colgarse mucho acà, o bueh, en el otro sentido sì.

La mujer: -Sì, me recabería que me pegaras una visita, te hacès un ratito...

El hombre: -Esto de todas maneras acà no da para màs. De algún lado va a venir un cambio. Lo que hay ahora es pura espuma, pura càscara, el Hitler ese me chupa bien la pija a mí ¿sabès la patada en el orto que le van a pegar los diez tipos que gobiernan al mundo a la primera de cambio ni bien terminen de repartirse el oro?

La mujer: -Seguro, ya sabemos, pero yo te espero afuera mejor ¿lo viste al trompa?

El hombre: -Sì, o sea, sòlo lo ví en la escalera. Creo que volviò a lamentar habernos cortado, se sentìa mal. A la larga no van a poder prescindir de nosotros, los cràneos. Con completos descerebrados tampoco van a poder conducir la guerra. La gente no es tan discriminadora si uno se les planta con firmeza. ¿Cuàndo vas a viajar?

La mujer: -A las nueve cincuenta, mi vida.

El hombre- ¿Y a dònde te giro la tela?

La mujer: -Quizàs a una casilla de correo en Amsterdam.

El hombre: -Voy a pedir un permiso especial, a la pipeta ¡no puedo mandar a mi señora afuera con una luca por mes!. Vas a vivir a queso. Me siento mal, es una cochinada todo esto, parece un tango cantado por A. Castillo.

La mujer: -Cuando me puedas pasar a buscar te vas a sentir mejor, tu hermana va a pasar a verte, por si necesitás la cataplasma, ella te va hacer la curación, mientras seguìs poninédote fuerte con los Pilates...

El hombre: -Al reverendìsimo pedo si igual va a ser por un par de semanas que pasan volando, como por un tubo...

La mujer (que vuelve a hacer las valijas): -¿Me alcanzarìas el tapado de armiño?

El hombre (alcanzándoselo): -Tomá, morena, despuès de todo son un par de semanitas, la vas a pasar lindo, vas a cantar "esto no puede ser nomàs que una canciòn, Holandaaaa, eternamente, Holanda" y ver los gigantes molinos y los diamantes y el museo Rembrandt, porque la casa de Ana Frank todavía no está lista... andà, mulata y no me pongas esa carucha...andá mi princesa máxima...