El hombre nunca sabe por quien padece y espera. Padece y espera, y trabaja por gentes que nunca conocerá, y que a su vez, padecerán y esperarán y trabajarán para otros que tampoco serán felices, pues el hombre ansía siempre una felicidad situada más allá de la porción que le es otorgada. Pero la grandeza del hombre está precisamente en querer mejorar lo que es. En imponerse tareas. En el reino de los cielos no hay grandeza que conquistar, puesto que allá todo es jerarquía establecida, incógnita despejada, existir sin término, imposibilidad de sacrificio, reposo y deleite. Por ello, agobiado de penas y de tareas, hermoso dentro de su miseria, capaz de amar en medio de las plagas; el hombre sólo puede hallar su grandeza, su máxima medida en el reino de este mundo (Alejo Carpentier, El Reino de este mundo)Un lunes voy a estudiar Estadística en un café con una compañera para cimentar mi paso por la carrera de Psicología y al salir advierto que me robaron la bici, a raiz de lo cual me convertí en el único escritor argentino que cuando sale en "Clarín" no te obliga a comprar "Ñ"

, este domingo fui a oficiar de crítico teatral y la autora al leer mi reseña me escribe: "
en cuanto a lo que escribiste sobre la obra y si podés postearlo en el blog: claro que sí! ahora si, va con dos pedidos: 1- bsbsbsbsbs y 2- top secret confidential- y en cuanto a lo que me escribís mismo, que todavía no lo leí con la debida atención sino solo con cautela y por encima porque me da harto pudor, por lo que pude entreleer, es escandalosamente treffend, ya ni siquiera sé si con la obra sino más bien con mi relación con la obra y el proceso de constitución de eso que terminó siendo la obra. tenés un extraño y lúcido acceso a cosas muy íntimas, termino de entender esto de que estudies psicología, querés darle un marco institucional y más o menos legal a un wissen de otro orden que te es innato, no?así que estaré a la altura de tu mail y lo leeré ya sin miedo y pudor y volveré a comentártelo. qué más? ah si, loriot: mamma mía, si. viste el sketch de la presentación oficial en la oper de berlin? qué es lo que hace este hombre con las palabras, con la gramática?? usa las palabras como si fueran notas, no? o cosas. qué es lo que hace? y pudiste ver el de las camas, el de herr hallmackenreuter o como se llame, con las gattinen, kÖnnten sie meine gattin auf ihrem bett hopsen lassen, o algo así?? qué bien que alguien más pueda profitarse de esos dvds, me alegra sobremanera.y esto es (casi) todo.ja! casi casi que escribí un mail 'a la brauer'... eh?? sólo que yo no tengo esa hellsehung que tenés vos para ver a través tuyo. o si? besosgracias de verdad por tus palabras acerca de la obra, son muy conmovedorasr.O sea: el hombre nunca sabe: si querés publicar en un medio de alta proyección olvidate de la cultura y limitate a ser víctima de la inseguridad y si querés que te den la bendición para saber que estás bien encaminado en tu carrera de Psicología, no estudies Estadística, andá al teatro! 
UN TROLEBÚS LLAMADO PINTA
Me preparé hace ya bastante tiempo para ver la adaptación de Romina Paula de "El Zoo de Cristal" de Tenesse Williams: leyendo esta fuente y dispuesto a cotejar línea por línea.
El tiempo pasó y yo quería casamenteramente reunir a la autora con una amiga en común que la admira en largo silencio. Pero su novio al parecer consideraba sospechosamente indecoroso el teatro y no me permitió invitarla (¡hoy están separados!). Mi propia novia, bueno, propia es una metáfora, tras alegar mil y un ocupaciones alternativas, superposiciones de horarios los miércoles y depresiones domingueras como para ver dramones, accedió pero arteramente (de un modo muy muy sucio) demoró más de la cuenta su ducha y llegamos tarde. No convencí tampoco a una novelista a la que extorsioné con traducirle al alemán su libro junto a la dramaturga. No convencí a una profesora de Letras que adora a Tenesse Williams ni al director del área de Letras del Centro Cultural Rojas, que ama su autobiografía. No convencí a Cyla, una octogenaria amiga de la familia, que se me hace que era identica a la directora cuando joven.
Tuve que desenterrar a una ex novia que se vino desde Villa Ballester dejando por primera vez y con gran nerviosismo a su bebé al cuidado de su hermana.
¿No podía ir solo?
Sí, la verdad es que debí ir solo, pensé que podía ser muy triste y que necesitaría a alguien que me sostuviera la mano, pensé, qué se yo, que con el inhibidor de testosterona que tomo contra la
calvicie mi sensibilidad femenina extremaría mi condición congénita de cuerito flojo que llora a lágrima viva cuando se termina el dentífrico (si no debería tomarlo o no-o sí-es un tema del cual prefiero no me digan nada, porque las mujeres no necesitamos soluciones, sino que nos escuchen). Pensé que si la obra era pésima, podía pasarla bien riéndome con una personita sarcástica.Pensé que podía tener alguien con quien aprovechar el dos por uno (que por esas cosas que tiene el arte se transformó en un descuento tan leve que desmiente toda posibilidad de que yo me la pase hablando en esta reseña de la profunda amistad que nos une con la autora, algo que hasta hoy yo daba por descontado).
Ni bien se levanta el telón-que es una expresión hecha porque en el Espacio Callejón no hay telón, ni sillas muy consistentes: un hombre cayó de una antes de que empezara la función y se lastimó el codo, no tanto como yo, claro, que en un sentido figurado me resentí el codito-ni bien se levanta el telón, decía, oímos a Marco Antonio Solís cantando "SI NO TE HUBIERAS IDO"
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