Ochoconchas: otro éxito de James Bond

 "Octopussy" es un título tan grosero que hace parecer a "El champagne las pone mimosas" : "El té verde las pone diuréticas". 

Pero el título no es culpa de la productora:  emana de un cuento de Ian Fleming. Con un joven y atlético James Brolin-el primer James Bond norteamericano-listo para el rodaje, se anuncia que se va a filmar un James Bond basado en la novela "Thunderball" con Sean Connery sediento de venganza contra Broccoli. Un escocés salvó al mundo de un Bond yankee. En realidad Adam West y Clint Eastwood saltaron a rechazar el papel antes, argumentando que lo tiene que hacer un británico (el que no salta es un inglés).

Entonces llaman para que regrese de urgencia a Roger Moore porque no es bueno cambiar de caballo-de semental- en mitad del río. Moore había logrado convertirse en la cara de Bond con muchas más morisquetas que Connery. Se impuso ante el gusto del público cuando dejaron de querer hacerlo parecido a su predecesor y le permitieron desplegar su humorismo.

-Sean played him as a murderer, I play him as a lover.

 No se tuvo que oscurecer el cabello, como sí Christopher Reeve para hacer de Superman: pese a esto Daniel Craig fue mal recibido cuando se anunció que sería el nuevo Bond, más asesino que Connery: no podemos aceptar un Bond rubio, se decía, tras siete entregas de Moore. 

La serie "El Santo" surgida, como otras al menos dieciseis gracias al interés que despertó Bond, lo convirtió junto a Pierce Brosnan, temprano candidato y a Timothy Dalton, joven y temeroso candidato, en "bondeable". 

1983 es el año de los dos Bonds, así como 1410 el año de los tres Papas. 

La razó por la cual le estaba permitido al productor disidente hacer su propia versión fue una cláusula de un juicio que le ganaron hacía diez años. Sin la menor esperanza de que en diez años habría Bond, firmaron que recién dentro de diez años podría hacerla. 

El resultado es la inversión hacia el momento más millonaria en una película Bond versus la cara original-barata pero con cara original- con su carisma. 

Carisma versus carísima.


La primera había costado solo un milllón de dólares. No nos muestra paseos por lugares exóticos: está situada en Jamaica porque en Jaimaica se compró la residencia Goldeneye nada menos que Ian Fleming. 

Cuando Freud escribe sobre cómo superar la más dolorosa muerte de un ser querido, no escribe sobre la muerte de un hijo: los hijos morían con frecuencia. Es la muerte del padre la decisiva. En todas las películas ya sea la chica Bond o la villana Bond cuenta al público que mataron a su padre. Y en tren de generalizaciones arriesgadas, digamos que Italia es el paisaje espectacular más recurrente.Está ausente en la primera, pero Bond le insiste en salir a comer afuera a la china que lo quiere retener para matarlo con las palabras: 

-Pasa que esta noche me siento italiano...  

"Octopussy" nos pasea por India, recupera como enemigos a los comunistas alemanes, hace a Moore caminar sobre cocodrilos y decirle a un tigre:  -sentadito, además de disfrazarlo de payaso en un circo y de visitar la isla solo habitada por mujeres hermosas. La trama-falsificadores de huevos Favergé, resulta a la vez ingeniosa y extensa, confusa pero sin la menor importancia: todas las tramas de Bond no son más que MacGuffins: en el fondo no nos importa mucho por qué lo persiguen sino que zafe. 

Cuando Spielberg pidió dirigir James Bond le dijeron que era un joven desconocido: cuando dejó de serlo el motivo de rechazo era el complementario, era un director muy personal, mismo motivo por el que rechazaron a Hitchcock.


Roger Moore se hizo muy amigo de Albert R. Broccoli y organizó una cena para que Connery y él hicieran las paces. La primera frase fue una pregunta de "Cubby":-¿Dijiste en serio que si mi cerebro estuviera en llamas no te molestarías ni en mear?

Sean Connerry: -En absoluto, voy a estar meándote toda la vida, todo lo que pueda...

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