El mundo es azul, azul como una naranja (Paul Eluard)
El marketing del jugo de naranja Tang, que debe su nombre a la tangerina, no fue fruto de un "think tank".
Sino de que el agua tenía un gusto asquerosísimo en el espacio, demasiado metálico y los astronautas pajeros como todos los varones, creyeron que todo se solucionaría echando un polvito.
No pareció mejorar inmensamente el sabor, pero Tang empezó a vender a mansalva convenciendo a los niños que estaban preparándose para viajar a la luna.
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