Dígalo con mímesis

-¿Por qué esa cara?

-Es la única que tengo

-Martín, algo te pasa

-No me pasa nada, no soy homofóbico

-¿Y quién dijo que lo fueras?

-Mi alumno celebridad me dijo que me ama

-Ni tu mamá te ama, Martín, esos escritores se drogan

-No, es que no sabés lo que me pasó

-¿Qué te pasó?

-Soy muy mimético

-Lo sé

-Soy muy influenciable

-Sí, lo veo todo el tiempo. Hablás dos minutos con un español y empezás con el tú

-Nunca me puse a combatir mi volubilidad, esta docilidad con la que me dejo habitar por la gravitación de mi interlocutor. Siempre creí que en mis textos puedo crear personajes femeninos, dar voz a niños, apropiarme de registros distintos gracias a que mi alma es de plastilina

-Bueno, el único peligro es que te juntes con personas a las que no te convenga parecerte

-Nada te entra más adentro que el objeto de deseo, lo explica Freud en "Enamoramiento e hipnosis": el enamorado introyecta a su objeto de deseo como ideal del yo.

-Bueno ¿a qué vas con eso? ¿a quién deseás?

-A una pendeja...no lo puedo creer...a mis años...me da bola...

-No empecemos con tus delirios y todo eso de "Anne Hathaway es mi novia solo que todavía no lo sabe"

-Vos sos peor con eso de "mi esposa y yo tenemos una relación abierta solo que ella no lo sabe"

-Callate que me descubrió los preservativos en la mochila

-Vos también...eso te pasa por hacer las cosas bien¿no sabés que el Papa recomienda no usar forros? Se siente mucho más...yo soy una persona de una exquisita sensibilidad en la punta de la chota

-Me hacés acordar a cuando Victor Hugo denunció que Nestor compró dólares y Néstor lo llamó y le explicó que podría haber ido a una cueva donde los pajaritos cantan y la vieja se levanta y por hacer todo por derecha piensan mal de él. Desde entonces Victor Hugo se convirtió en un felpudo incondicional que dijo que los de la Villa 31 podían ir al Gaumont y todo eso...capaz porque se pronuncia "gomón" y "el barrio" se inunda

-No leí más que "Los Miserables" de Victor Hugo

-Yo te estoy hablando de Victor Hugo Morales

-Uy, disculpame, es que vengo de hablar con el ilustre literato y vengo influido por él, que no mira fútbol

-Sí, pero es muy pintón y mujeriego el ...no lo voy a nombrar acá...el flaco...tu polluelo...¿le gusta la polla?

-Evo Morales dijo que le ponen hormonas al pollo y por eso los varones cada día somos más llorones y si viene la pendeja y nos coje y no nos dice algo lindo nos sentimos decepcionadas

-¿Vos sos marica?¡No hay nada más lindo que una chica te cosifique! ¡Que te diga que la tenés grande!¡Que te piropee como solo saben hacerlo las pibas: chanta, mentiroso, chamuyero, hijo de una grandísima...!

-La pendeja que deseo me tiene todo el día al palo

-¿A tus años?

-Ya lo sé, es un milagro, la resurrección de la carne

-No le hables de nada de tu generación, se va a dar cuenta de que podrías ser su bisabuelo. No le digas que tomaste Royalina. No le digas que te sentiste el rubio de Camel. Solo referencias a Lali y hablá diciendo "re sí" y "buenardo" y "ah re"

-Re sí

-Deberías estar contento. Tuviste una vida muy buena y ahora es como si hubieras reencarnado y podés seguir como si fueras joven

-Ella nunca estuvo con un hombre que ya se hizo una colonoscopía, va a ser una experiencia nueva, quieren explorar y probar cosas diferentes ahora las mujeres

-No sé por qué esa carucha larga. Yo si tuviera tu suerte estaría saltando en una pata

-Es que la pendeja no se deja amar

-Mejor. El amor es sufrimiento.

-Dejame acabar

-Que te deje acabar ella en la boca, que seguro le gusta

-No terminé de explicarte: es perfecta la flaca. Pero es perfeccionista. No se soporta a sí misma, no entiende cómo enamora a todos. Sus relaciones terminan todas igual: los chabones a sus pies desesperados porque ella no les dice que los ama y ella harta de que le digan que la aman cuando solo quería que se la pongan como quien cumple con una función fisiológica y no necesita quedarse media hora abrazando al inodoro y diciendole que le encantó esa defecación.

-Yo no sé qué te tiene a maltraer o si te falla la lectura de la realidad. Es un sueño esa piba. ¿Por qué estás preocupado?

-Por lo influenciable que soy

-No te entiendo

-Hoy di siete clases particulares. Tres a mujeres y cuatro a varones. Recibí siete propuestas de matrimonio...

-Ah, entiendo, capaz sí deberías combatir un poco tu influenciabilidad

-Re sí