Muerte infantil
La isla de Maniatácaa fue descripta por primer vez para el ojo europeo por el archidesconocido archiduque Segundo (Duquesa). Sin embargo reina la mar de confusiones en sus descripiones.
La descripción de que los maniaticos, pobladores nativos, lugareños afincados allí, se considera que desde el siglo segundo antes de Cristo o a lo sumo desde 1986, es muy vaga. Dice de hecho ,concretamente mismo que son muy vagos. Nos deja, cuestión, muchas sensaciones encontradas. Esta historia no me cabe pero ni la menor duda, causaría gran asombro, estupefacto maravillamiento, inquieta sorpresa que roza con la incredulidad y prodigiosa condición diurética entre las hijas del profeta si se escribiera en un grano de arroz con un pelo finísimo de camello, más que nada porque re cabió.
No está en mi ánimo distraer en momentos como estos tu distinguida atención sobreabundando en una detallística improcedente a este u otros respectos, ni mucho menos, ponele la firma.
Pero el arrojar luz sobre el aspecto más debatido va a permitirme llamarme conforme.
Los maniaticos, se nos informa en el párrafo siete de la página 64 del apartado "Récord de muerte infantil" del "Recorrida por la isla corrida del mapa", son el pueblo con mayor cantidad de hijos fenecidos a la más tierna edad temprana.
Nada más lejos de mí que hacerte perder tiempo con un dato nimio, anodino, bizantino, baladí o que en algún modo en cierto sentido si se quiere te termine pareciendo carente de todo interés, sé de lo ocupado que estás y aún de no estarlo, estás en todo tu derecho de disfrutar merecidamente de tu rato de esparcimiento. Es por este motivo que me apresuro a explicitar la noticia que hoy me mueve a conmoverte: en la isla, maternar y paternar supone elaborar cada año el duelo de la edad muerta: no es cierto que el rey Gagadungo haya sufrido la muerte de 25 hijas, una de un año, una de dos años, otra de tres años y así sucesivamente aunque no sucesovamente. La sensibilidad por decir que Eudibarabora, que al ser escrito el tratado contaba con 25 años ya para siempre nunca más tendría un añito, ya para siempre nunca más murió en su condición de dos añera, etcétera, etcétera, etcétera, hacía que se conmemoraran luctuosas ceremonias en cada pasaje a una nueva edad.
Podés ahora retomar aquello que te encontrabas realizando antes de que te moleste para aportarte esta data puntual.
Pensé que te interesaría saberlo.
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