La irrealidad como salvoconducto para la valentía
Desde obras de Shakespeare, cuyo genio al no haber sido formado en universidades ha sido objeto de que se dude de que pudiera ser el autor de sus obras, vemos entremezclado el teatro a la vida.
Incluso podemos remontarnos a los supersticiosos griegos viendo "escenas" en vientres de aves que profetizan muertes y victorias.
No vamos a ocuparnos hoy del teatro dentro del teatro, sino de su mixtura en un escenario concreto simultáneo
Algo que hacemos a diario al pedirle a nuestro amante que simule ser un violador para elevarnos al éxtasis con mayor placer.
Algo que en tiempos de censura y terrorismo de Estado hizo el "teatro secreto" de Augusto Boal interviniendo con actores en el cotidiano de la vida citadina para plantear debates.
"Lo real tiene estructura de ficción" dice Lacan en otra de sus tan poco pedagógicas formulaciones, que permiten confundir "lo real" en el sentido convencional con su definición kantianamente incognoscible y platonistamente supresensible de "lo real". Hayden White coincide: todo manual de historia se constituye con elementos de retórica y narrativa idénticos a géneros de la ficción, con un héroe y metáforas, alejándonos de las ciencias.
Hoy solamente vamos a referirnos a una gran comedia, "Three amigos" que iba a dirigir Spielberg cuando prefirió optar por "E.T" y condenarse para la eternidad, tras el fracaso de "1948" a nunca ser un buen director de comedias. Había pensado en John Landis, Robin Williams-a quien siempre adoró y vio como terapeuta humorístico personal-y Bill Murray.
El argumento es sencillo: un grupo de actores de cine mudo por una confusión consideran que son contratados para una nueva película y acuden a un escenario donde se enfrentan realmente a maleantes mexicanos. Con mucho desenfado, pensando que es puro teatro.
"Galaxy Quest" aprovecha esta idea y arma una comedia con extraterrestres que creen en una película.
La mejor floración es "Tropic Thunder" con un Ben Stiller en su mayor brillantez, burlándose de la corrección política haciendo de Robert Downey Junior un actor del método que hace de afroamericano y se siente discriminado. En esta pretendida película de Vietnam el director muere pisando una verdadera mina pero los actores entienden que es su estrategia para instarlos a er realistas al mango.
Combaten contra verdaderos guerrilleros que le perdonan a Ben Stiller la vida porque su personaje de retardado mental gustaba a su líder.
Los actores que aconsejan a Ben Stiller le explican que "Forrest Gump" y "Rain Main" ganan el Óscar porque bordean sutilmente al mogólico, pero "never go full retarded".
Mezclar actores con realidad no es una novedad. Lo hace Lubitsch en la película preferida de Borges, "To be or not to be": los actores polacos que caracterizan a jerarcas nazis logran engañar a los nazis y escapar. Allí aparece una cita a Shakespeare, en la que Shylock ya no es antisemita.
El guión de "Three amigos" y su defensa del pueblo mexicano "Santo Poco" se debe al director de Saturday Night Live y al propio Steve Martin, famoso por payasadas muy físicas pero no tan conocido como sagaz pensador, pese a haber escrito el mejor libro sobre stand-up, "Born standig up".
La comedia resiste el paso del tiempo, así como la duradera amistad entre Martin Short y Steve Martin que la rompen en sus nuevos shows sacándose chispas contando la historia de sus carreras.
En una brillante comedia que pasó desapercibida"Bowfinger", Eddie Murphy es una celebridad a la que filmaciones clandestinas hacen participar en un film único en la historia gracias a intervenciones de "teatro secreto" de la más sexy que nunca Heather Graham para incluirlo como actor en una película de la que ni está enterado.
Es poco sabido que Steve Martin se graduó en filosofía. Su interés por la compleja problemática de la identidad y la realidad de la ficción pasa desapercibido por su timing y nobleza como cómico, una nobleza que no tiene Mr. Bean.
He oído a Robin Williams hablar pestes de Steve Martin, decir que se vendió y empezó a hacer basura mainstream con "Una docena de hijos". Este tipo de ataques fue caracterizado por Konrad Lorenz, creador del estudio del comportamiento animal, por la lucha por un mismo territorio.
Lo cierto es que Steve Martin no lucha por un territorio similar al de Robin Williams, que jamás escribió un guión, salvo para sus shows de stand-up.
Steve Martin es un titán del humor físico, como lo demuestra en "Hay una mujer en mi cuerpo"; un coloso del stand up, un prodigio que al mismo tiempo puede hacer de vivillo aprovechador o de antihéroe estúpido-algo que no sabe hacer al mismo tiempo ni siquiera Peter Sellers.
Larry David al otorgarle el Premio Mark Twain homenajeó al más grande de todos los guerreros del humor que ganan terreno sobre la represión y lo insultó con la misma enjundia que Groucho.
El considerado mejor actor de la historia, Marlon Brando, hizo junto a David Niven la primera versión de "Dos pícaros sinvergüenzas", Bedtime Story, y fue un fracaso: https://www.dailymotion.com/video/x87euie La razón es que Marlon Brando no logra ser lo suficientemente inepto, inadecuado y tonto.
Steve Martin ha enriquecido el universo del humorismo con desvíos experimentales y exploraciones físicas, intelectuales y tontas de un modo del que todavía no somos del todo concientes. Los grandes genios del aligerar suelen ser largamente subestimados en el peso de su genialidad.
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