Aniversario de la batalla de Gaugamela


 Un día como hoy, un primero de octubre, pero hace 2356 años, Alejandro Magno con una inferioridad numérica sorprendente vence en la batalla de Gaugamela a Darío III, rey de los persas inaugurando el helenismo, el imperio más culturalmente cosmopolita de la historia.

Arriano, que vivió cuatrocientos años después es una de nuestras primeras fuentes para tratar de entender al mayor conquistador de la historia, el que lloró cuando ya no le quedaban territorios por conquistar e hizo llorar a los treinta años a Julio César, que se sintió un renacuajo insignificante por todo lo logrado a sus treinta años, en comparación con el macedonio.
Para quienes nada sepan de Alejandro, el film de Oliver Stone resulta muy recomendable: contó con la asesoría de un genio: Robin Lane Fox.
Philipo II, su padre, fue un reformador brillante, pese a que es muy elocuente cada una de las calumnias contra él formuladas por el mejor orador de la historia, Demóstenes, admirado por Cicerón y Quintiliano. Es cierto que llegó a tener siete esposas como dijo Demóstenes, el orador que practicaba frente al espejo para pronunciar la "r" y se puso piedras en la boca para perfeccionar su oratoria: en realidad tuvo ocho. Las "filípicas" fueron sus discursos contra Philipo II, así como el síndrome de Down debe su nombre al Dr. Down que lo descubrió, los "crotos" al Ministro Croto que los favorecío, etcétera.
No fue Alejandro el primer hijo varón de Philipo, pero sí el primero digno de ser su heredero. Olimpia de Epiro, su madre, no era macedonia: provenía del reino de los molosos, reino vasallo. Los griegos no consideraban a los macedonios auténticos griegos, eran helenos de segunda. En dicho sentido, los epiros eran vistos como griegos de tercera. Irónicamente, hoy Grecia reclama que Macedonia le debería ser devuelta: así como nuestro reclamo por Malvinas, el "Macedonia es griega" aparece en reclamos que pueden verse en las SUBE de la actual Atenas.
De niño, además de a leer y a escribir y a hacer matemáticas, Alejandro aprendió a cazar y a andar a caballo, dos de sus mayores pasiones.
La Hélade es un territorio lleno de quebradas, pero Macedonia es una llanura, ideal para la caballería. La caza preparaba a los miembros de la aristocracia a enfrentar su miedo a un león o a un jabalí y a liderar a un grupo de combate, cosa que hizo Alejandro con sus pajes.
Los pajes no eran otros que hijos de otros nobles macedonios, a los que hay que imaginar como a los Barones del Conurbano, peligrosos señores feudales a los que Philipo captó como rehenes para preparar la recuperación de la Suma del Poder Público. Efestión fue uno de ellos y se convirtió en un gran amigo, según algunos biógrafos, amigo con derecho a roce. Las más de trescientas concubinas que forjan la larga fama de macho no eran más que conveniencias y símbolos. Si Napoleón llevaba como modelo la imitación de Alejandro, Alejandro llevaba como modelo la imitación de Aquiles. Efestión fue su Patroclo.
A los doce años tiene lugar uno de los episodios más célebres de la vida de Alejandro Magno, un caballo llamado "cabeza de buey" (Bucéfalo) es comprado por su padre, pero resulta salvajemente indomable. Alejandro lo doma, obligándolo a mirar al sol, tras asegurarse de que si lo logra, podrá quedarse con este caballo sobresaliente. Bucéfalo se asustaba de su propia sombra y se ponía nervioso.
Tremendamente supersticioso, Alejandro que sería considerado un dios, se creía descendiente directo tanto de Aquiles como de Hércules y esta proeza parecía confirmarlo.
Durante la mayor parte de su campaña, Bucéfalo acompañaría a Alejandro, quien lo homenajearía dando su nombre a una ciudad.
A los catorce años de Alejandro, Philipo II decide que Aristóteles, el discípulo de la Academia de Platón, se convierta en su tutor. A diferencia de Platón-como muestra la diferencia de abordajes filosóficos-, Aristóteles manifestaba un rango de intereses mucho más prácticos. El Estagirita no era, ni mucho menos, empirista, pero su interés por observar las campañas para aumentar sus conocimientos en biología y geografía, etc. lo hace parecer en contraste con Platón, mucho más terrenal y pragmático, menos místico. Estagira había sido conquistada recientemente por Philipo II. Aristóteles se instala en una zona climáticamente aventajada llamada "Mieza".
A todas sus conquistas se llevó Alejandro su copia de "La Ilíada" anotada por Aristóteles, un ejemplar, comparable al libro de Newton anotado por Galileo que sí hemos conservado, comparable a "El Príncipe" de Maquiavelo anotado por Napoleón, que sí hemos conservado.
Alejandro en La India se encontraría con los brahamanes: antes, vería a Diógenes. Su respeto por la sabiduría de los filósofos era parte de su perenne admiración hacia su tutor, Aristóteles.
Diógenes, filósofo cínico-palabra que deriva de "el que ladra"-, actualmente recuperado por Michel Onfray, no se impresiona por las majestades de Alejandro Magno en el año 336 antes de Cristo.
Un viejo chiste dice que un hombre que debe ir al baño en un aeropuerto detiene a las personas y les pregunta si son antisemitas. Todas le dicen que no, que la pregunta es ofensiva. Uno, finalmente le responde que sí, que es antisemita: el hombre aliviado dice "por fin un hombre honesto, por favor cuídeme la valija mientras voy al baño".
Diógenes era famoso por buscar a un hombre honesto con su linterna.
Aristóteles le pregunta a Diógenes quién es.
Diógenes le dice que es un perro: muerde a los que lo tratan mal y lame a los otros. Diógenes entonces recibe de Alejandro una oferta: -Pídeme lo que quieres. Diógenes le pide: -Correte que me estás tapando el sol.
Alejandro Magno: -¿acaso no me temes?
Diógenes: -¿eres buena o mala persona?
Alejandro Magno: -Buena persona
Diógenes: -entonces ¿por qué habría de tenerte miedo?
Alejandro: -Soy Alejandro, pero si no fuera Alejandro, querría ser Diógenes.
En el año 338 en la batalla de Queronea, Philipo enfrenta a los griegos para obligarlos manu militari a unirse a las tropas macedonias para enfrentar al Imperio Persa.Con dieciocho años, Alejandro comanda los etairoi. Los griegos (especialmente los tebanoos y los atenienses), parecen emular a Aquiles, que se disfraza de mujer para evitar ir a la guerra, pero es descubierto cuando un vendedor de artículos generales llama la antención de todas las mujeres con sus perfumes y peinetas, pero Aquiles solo se interesa por una espada. Los griegos, (especialmente los tebanoos y los atenienses)parecen emular a Ulises, que para evitar ir a la guerra se pone a hacer disparates, a tirar sal y a usar el carro al revés, hasta que le ponen a su hijo Telémaco frente a un arado que, de estar psicótico Ulises, lo mataría.
Fingiendo tácticamente retirarse, obligó ágilmente a una rápida derrota a los griegos, antecedente de la victoria sobre los persas, acorralados en los estrechos en los que su superioridad numérica no podría desplegarse.
El alcance de las victorias ulteriormente conseguidas por Alejandro nos permite hablar del hombre que por su sola acción más cambios en la historia realizó, al menos en el plano territorial. Es evidente que Mahoma en el plano religioso cambió mucho al planeta, así como Marx, que de no haber existido, según su propia tesis contraria al individuo, hubiera tenido a un otro que teorizara el comunismo científico.
Las imágenes actuales de Buda están influídas por Grecia.
Hallamos el alcance de Alejandro hasta en China.
Philipo II decide repudiar a la madre de Alejandro para casarse con una mujer llamada "Cleopatra". Alejandro se lo toma muy a mal y en una de las competiciones por ver quien toma más vino lo ve renguear y le dice: -querés atravesar Persia y no te sostenés en pie ni para atravesar el pasillo.

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