Van Gogh, el nuevo Jesucristo luterano al que amamos como mártir por emprendedores

La grandeza de Van Gogh, agigantada año tras año, no puede ser resumida en este breve reseña. Involucra el mito al que la humanidad recurre eternamente, de la resurrección póstuma del reconocimiento de un mártir de la humildad y largos etcéteras. Su formación protestante, la inicial ambición de ser vendedor y ulterior de ser marchand están ampliamente documentadas en el intercambio epistolar más popular de la historia, con su hermano-divinamente parodiado por Woody Allen con un odontólogo experimental. Si el mundo fue increíblemente injusto con él, deberíamos pensar en las pocas cosas en las que no lo fue. Vincent abrazó una actitud franciscana, si bien es poco luterano decirlo así; la Iglesia que le permitio ser pastor protestante decidió dejar de pagarle, cosa que casi pareció lo que en su insólita búsqueda, buscaba. Nos sorprende que el maestro que inspirara a diversas escuelas posteriores decidiera hacerse pintor bastante tardíamente. Por supuesto, todo en la vida ...